Desde el lado derecho

  • Desde el lado derecho del hemiciclo, a cuya tribuna se permite por vez primera acceder a la prensa, hoy se ha visto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afrontar los sombríos augurios que sobre el rescate a España le han dirigido el líder de IU, Cayo Lara, y el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.

Antonio del Rey

Madrid, 12 sep.- Desde el lado derecho del hemiciclo, a cuya tribuna se permite por vez primera acceder a la prensa, hoy se ha visto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afrontar los sombríos augurios que sobre el rescate a España le han dirigido el líder de IU, Cayo Lara, y el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba.

Erguido en su escaño, en la vanguardia del banco azul, con 185 diputados del PP a sus espaldas, a Rajoy se le ve como el jefe que encara los peligros de la dialéctica parlamentaria, arropado por los suyos para atacar a la bancada de enfrente, la de la oposición.

"Hasta ahora el único partido en la historia de España que ha congelado las pensiones ha sido el PSOE", ha reprochado hoy Rajoy a Rubalcaba, logrando el inmediato y unánime aplauso de su grupo.

Desde la otra orilla del salón, los socialistas gesticulan y lanzan alguna voz -"¿sí o no"?, ha gritado uno para pedir a Rajoy que aclarara si va a actualizar las pensiones- y aparecen como una gran mancha opositora que tiene incrustada una isla en su interior.

Se trata de los once diputados de la Izquierda Plural, que desde las filas superiores permanecen impávidos cuando a su alrededor los socialistas jalean a Rubalcaba o a su portavoz, Soraya Rodríguez, y que son los únicos que aplauden a Lara en un entorno silencioso.

En el primer pleno de control que el Congreso celebra en este período de sesiones, Rubalcaba le ha cambiado al presidente la pregunta que había registrado y ha traído a colación el futuro rescate, la actualización de las pensiones y los ecos de la manifestación independentista de Barcelona.

Desde el flanco parlamentario del grupo popular, se puede ver a Rajoy tomar notas en un folio mientras le interpelan, en tanto que a su derecha los ministros del banco azul siguen la sesión de control con sus papeles, sus tabletas o periódicos extendidos ante sí.

Hoy, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, tenía en el escaño un ejemplar del diario catalán La Vanguardia con una gran foto en su portada poblada de las banderas "esteladas" exhibidas ayer en Barcelona.

Pese a todo, Rajoy no ha hecho referencia alguna a la Diada, y cuando Rubalcaba le ha pedido que el Congreso vote las condiciones del posible rescate, él no ha dado por hecho que vaya a pedirlo, supeditando esta medida a lo que ocurra con la prima de riesgo y el diferencial de financiación de España

Con Cayo Lara ha debatido también sobre un rescate que el líder de IU presenta como seguro, advirtiendo al Gobierno que con sus ajustes está conduciendo al país al "abismo" y encerrándolo en el "círculo infernal" de los recortes.

Cuando el manchego ha pedido al presidente que "tome nota" del presidente francés, François Hollande, la carcajada ha sido general y bien sonora en la bancada del grupo popular.

Rajoy, en su respuesta, le ha puntualizado que la política económica de Hollande "no se diferencia mucho de lo que estamos haciendo en España", esto es, bajar el déficit y el endeudamiento.

Tras acabar sus respuestas, el presidente ha permanecido algún tiempo en el banco azul, escuchando a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y al ministro de Defensa, Pedro Morenés.

Desde el lado derecho del hemiciclo, la perspectiva ayuda a ver con más detalle cómo el jefe del Gobierno se afana en trocear de manera minuciosa el papel que utiliza para tomar sus notas en la sesión de control, dejando los pedacitos a un lado del pupitre, antes de marcharse.

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