Madrid, 24 nov.- La Guardia Civil ha detenido a 68 personas que se dedicaban, individualmente, a robar coches de alta gama en 16 países europeos, durante una operación desplegada en cincuenta provincias que ha desvelado que casi mil vehículos sustraídos en otros países circulan legalmente por las carretera españolas.
El instituto armado informa hoy en un comunicado de esta "macrooperación", en la que los agentes se han incautado de 214 vehículos, la mayoría de ellos de alta gama, tras ocho meses de investigación en los que se han analizado más de 600 expedientes de matriculación y se ha tomado declaración a 728 personas por toda la geografía española.
Entre los detenidos, a los que se imputan los delitos de estafa, receptación o apropiación indebida, también hay personas que habían comprado los vehículos robados y otras que actuaron como mediadores en su comercialización, indica la Guardia Civil, que destaca que la Operación Plafón ha sido posible gracias a la colaboración de la Secretaría de Estado de Seguridad.
Las investigaciones arrancaron el pasado enero, cuando la Subdirección General de Sistemas de Información y Comunicaciones para la Seguridad tuvo conocimiento de que por las carreteras españolas circulaban coches robados en el extranjero.
Se comenzó analizando diversas bases de datos policiales y la información de la Dirección General de Tráfico, indagaciones que destaparon que en España 949 vehículos podrían estar circulando legalmente pese a figurar como sustraídos dentro de la frontera y en otros países del espacio europeo Schengen.
La Guardia Civil empezó entonces un estudio minucioso de los vehículos y se pidió información de los 16 países de donde procedían, al tiempo que realizó un seguimiento de cada uno de ellos a través de las jefaturas provinciales de Tráfico, delegaciones de Hacienda, ITV y entidades privadas.
Una vez analizada la abundante información recabada, la segunda fase de la operación consistió en la localizar e intervenir los vehículos y en detener a los posibles autores de los hechos delictivos, en un dispositivo en el que intervinieron agentes de cincuenta provincias.
De esta forma, los investigadores descubrieron que los presuntos autores de los delitos no eran miembros de una red ni pertenecían a grupos organizados, sino que eran personas que, individualmente, se dedicaban a estas prácticas.
El modo de actuar, detalla el instituto armado, consistía en trasladar a España vehículos de alta gama robados fuera del país para venderlos a un precio bastante inferior al del mercado.
Una vez en España, sus compradores, con la documentación facilitada por los vendedores -en algunos casos falsa y en otros no-, se dirigían a las dependencias de Tráfico para volver a matricularlos.
Algunas de las personas que compraron los vehículos ignoraban que procedían de robos, pero otras sabían de su origen ilícito.
En los ocho meses que ha durado la investigación se han analizado 949 vehículos que figuran como sustraídos en Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía y Suecia.
La Operación Plafón, destaca la Guardia Civil, ha abierto nuevas vías de análisis e investigación en este campo, que podrían desembocar en futuras actuaciones policiales.
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