"Tras su radicalización, el detenido intensificó la visualización de videos y noticias relacionadas con el Daesh (acrónimo en árabe del EI, ndlr) en el interior de un establecimiento de hostelería que regentaba", explicó la Guardia Civil en un comunicado.
Según los investigadores, el hombre utilizaba "dicho establecimiento para difundir, entre algunos clientes seleccionados por él mismo, las grabaciones que se descargaba, entre las que había fotos, videos y enlaces para acceder a las publicaciones del Daesh a través de las redes sociales".
El detenido "había iniciado los preparativos para viajar a Siria con la intención de unirse a las filas" de la organización yihadista, afirma la policía, que lo acusa además de participar "activamente en labores de captación" en su entorno y mediante internet.
Se dedicaba a "labores de localización y captación de personas dispuestas a viajar a Siria", asegura la Guardia Civil.
Tres días antes, el ministerio español del Interior había anunciado la detención en Cataluña, en el noreste del país, de dos marroquíes de 32 y 42 años, sospechos de reclutar a candidatos para la yihad, y de una mujer que se preparaba para viajar a Afganistán.
España, en estado de alerta antiterrorista reforzada -nivel 4 de 5- desde junio, detuvo desde principios de año a un centenar de personas en investigaciones vinculadas al yihadismo.
El EI, que reivindicó los atentados que el 13 de noviembre causaron 130 muertos en París, controla grandes zonas de Siria e Irak, donde multiplica las atrocidades: secuestros, violaciones, asesinatos, decapitaciones.
Cerca de 30.000 yihadistas extranjeros se unieron a sus filas en esos dos países desde 2011, según los servicios de inteligencia estadounidenses.
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