Detenido un joven que estafó más de 600.000 euros a operadoras de telefonía

Cádiz.- La Policía ha detenido en Cádiz a un joven de 25 años, y con 24 antecedentes policiales, acusado de cometer una estafa de más de 600.000 euros a operadoras de telefonía y particulares de toda España mediante la apertura de líneas eróticas y de tarot ficticias, ha informado hoy la Policía.

El detenido, Cristian V.P., era el cabecilla de una red que ha sido desmantelada y que ha llevado al arresto de otras nueve personas en una operación denominada "Cris-Pin" y que se ha desarrollado en Cádiz y localidades aledañas como El Puerto de Santa María y San Fernando.

Se trata de una "novedosa" estafa, según ha explicado en rueda de prensa el comisario provincial del Cuerpo Nacional de Policía en Cádiz, José María Deira, pues el detenido abría líneas 803 y 806 con la excusa de utilizarlas como servicios telefónicos eróticos y de lectura de tarot.

Los únicos usuarios de estas líneas eran sus "colaboradores", cuatro miembros de una misma familia que también han sido detenidos y que se encargaban de hacer llamadas de forma masiva y de hasta treinta minutos, a estos servicios.

Estas líneas, según ha explicado uno de los inspectores encargados de las pesquisas, suelen tener un coste de 1,20 euros el minuto, de los que el titular de la misma se lleva más del setenta por ciento.

Las pesquisas que han permitido detectar esta estafa, que ni siquiera las operadoras habían detectado, se iniciaron a finales de 2008 a raíz de una denuncia por una estafa con una tarjeta de crédito, en la que salió a relucir el nombre de "Cristian", un joven muy conocido por la Policía gaditana desde que era menor y que tiene "una gran imaginación" y "grandes habilidades sociales", según los investigadores.

Las investigaciones han determinado que el joven, que en algún momento trabajó como comercial de una operadora de telefonía, lograba entrar en las bases de datos de estas empresas y cambiar tarjetas prepago por contratos, entre otros sistemas que han hecho que, por ejemplo, personas de Andalucía, Galicia o Cantabria, hayan recibido facturas de hasta 5.000 euros.

Además de entrar en las bases de datos, el detenido utilizaba toda una variedad de sistemas para conseguir identidades y filiaciones, incluso entrar en un bar haciéndose pasar por comercial de una operadora y conseguir los datos de varios clientes a los que hacía ofertas o regalos que luego pagaba cargándolos a tarjetas bancarias de terceros.

Todos los detenidos han pasado esta mañana a disposición judicial, excepto el "cabecilla", que ha sido detenido anteriormente en otra veintena de ocasiones por delitos de estafa y que, cuando estaba detenido, se arrojó por una ventana de su domicilio, por lo que está ingresado en un hospital.

La Policía considera que la estafa puede ser muy superior a los 600.000 euros, por lo que continúa las pesquisas que hasta el momento han llevado a la incautación de centenares de teléfonos móviles, 220 tarjetas SIM, siete ordenadores y trece discos duros.