Dos personas mueren en un autobús incendiado por desconocidos en Sao Paulo

  • Dos personas murieron hoy carbonizadas dentro de un autobús incendiado por desconocidos en Sao Paulo, que desde mayo pasado vive una ola de violencia atribuida a una banda que opera desde el interior de las cárceles, informó la policía.

Sao Paulo, 9 dic.- Dos personas murieron hoy carbonizadas dentro de un autobús incendiado por desconocidos en Sao Paulo, que desde mayo pasado vive una ola de violencia atribuida a una banda que opera desde el interior de las cárceles, informó la policía.

El suceso ocurrió en horas de la madrugada en un barrio de la zona norte de la ciudad, donde de acuerdo a algunos testigos, cerca de veinte personas atacaron un autobús que esperaba en una terminal para iniciar su trayecto y lo incendiaron sin dar explicaciones.

Los únicos dos pasajeros que estaban en el autobús quedaron atrapados dentro del vehículo y murieron carbonizados, según informó la Policía Militar.

Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil y corazón financiero del país, sufre desde mayo pasado un fuerte recrudecimiento de la violencia urbana, que las autoridades han atribuido a una banda conocida como Primer Comando de la Capital (PCC), cuyos cabecillas se encuentran en presidios de esa ciudad y el estado homónimo.

Desde que comenzó esa ola de violencia, han sido asesinados en Sao Paulo y otras ciudades vecinas cerca de 100 policías, la mayoría de ellos en sitios cercanos a sus domicilios particulares y cuando no estaban de servicio.

Según datos oficiales, sólo en la ciudad de Sao Paulo unas 180 personas fueron asesinadas en octubre pasado, lo que supuso un aumento del 114 por ciento en relación al mismo mes del 2011.

Asimismo, desde mayo pasado fueron incendiados unos veinte autobuses de transporte público, en episodios vandálicos que hasta hoy no habían dejado víctimas.

El PCC, que estaría por detrás de esta ola de violencia, irrumpió en la escena nacional en febrero de 2001, cuando coordinó la ocupación simultánea de 29 presidios del estado de Sao Paulo para protestar por las degradantes condiciones de reclusión.

La rebelión se mantuvo durante casi 48 horas y, desde entonces, muchos de los cabecillas del PCC fueron enviados a cárceles de otros estados con la intención de desarticular a la banda, que aún así se ha mantenido activa.

En mayo de 2006, esa banda dirigió una rebelión similar y llegó a controlar durante tres días un total de 73 cárceles en los estados de Sao Paulo, Mato Grosso do Sul y Paraná, que fue acompañada por una ola de violencia similar a la de ahora en Sao Paulo, que causó cerca de un centenar de muertos en unas dos semanas.

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