EE.UU. espera que China use su influencia sobre Pyongyang tras el ataque

  • Washington.- El Gobierno de EE.UU. espera que China use la influencia que tiene sobre Corea del Norte para reducir las tensiones tras el ataque norcoreano contra una isla surcoreana, y envíe un "claro mensaje" de que tiene que cesar sus provocaciones.

China pide "calma" a las dos Coreas para evitar una escalada en el conflicto
China pide "calma" a las dos Coreas para evitar una escalada en el conflicto

Washington.- El Gobierno de EE.UU. espera que China use la influencia que tiene sobre Corea del Norte para reducir las tensiones tras el ataque norcoreano contra una isla surcoreana, y envíe un "claro mensaje" de que tiene que cesar sus provocaciones.

"China es fundamental para impulsar a Corea del Norte hacia un cambio de dirección radical", señaló el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, en declaraciones a periodistas.

Pekín, principal aliado del régimen norcoreano, ha expresado su "preocupación" por la situación creada entre las dos Coreas después del ataque y hoy ha llamado a la "calma", mientras que EE.UU. ha condenado con firmeza la acción, que ha considerado "indignante".

Crowley afirmó que Corea del Norte "no debería ser capaz de consolarse con ninguna declaración pública".

"Corea del Norte es un país soberano y hará lo que quiera hacer, sea lo que sea eso, pero China tiene influencia sobre Corea del Norte y esperaríamos que la use para, primero reducir las tensiones que se han producido como resultado de las provocaciones norcoreanas y segundo para seguir alentando a Corea del Norte a tomar pasos afirmativos hacia la desnuclearización", señaló.

Crowley, quien dijo que el ataque era "un acto premeditado" por parte de Pyongyang y que violó el armisticio que acabó con la guerra de Corea (1950-1953), insistió en que "se trata de un caso claro en el que se tiene que dar un mensaje consistente y unificado a Corea del Norte, y esto ha sido lo que hemos trasladado ayer a China".

"Seguiremos alentando a China para que envíe un claro mensaje a Corea del Norte de que estas provocaciones son injustificadas, no ayudan y deben cesar", agregó el portavoz.

El ataque con fuego de artillería contra la isla surcoreana de Yeongpyeong, cerca de la frontera entre las dos Coreas en el Mar Amarillo y que provocó dos bajas militares y dos muertos civiles, ha sido "una acción claramente premeditada, con la intención específica de exacerbar las tensiones en la región", afirmó Crowley.

"No es que China pueda dictar a Corea del Norte lo que tenga que hacer, pero China, junto con EE.UU. y otros países, tiene que enviar un mensaje claro, directo y unificado de que es Corea del Norte la que tiene que cambiar" su actitud, recalcó.

En última instancia, admitió, es el régimen de Kim Jong-il el que tiene que tomar una decisión, pero EE.UU. sí espera que China sea "tan claro como lo somos nosotros sobre quien es el responsable de la situación actual", dijo el portavoz.

Washington considera que China "tiene sus propios intereses en la paz y estabilidad" en la región y que los socios del diálogo nuclear a seis bandas (EE.UU., China, Japón, Rusia y las dos Coreas) tienen que hacer todo lo que pueden para cambiar los cálculos de Pyongyang.

Mientras, Corea del Norte no debe hacerse "ninguna ilusión" ni pensar que puede "esconderse detrás de "ningún país en particular o ninguna declaración pública", subrayó el funcionario.

Para Washington no se trata de un "acto de guerra" porque ha sido un único ataque premeditado. "No vemos a Corea del Norte preparándose para una confrontación militar extendida", aseguró.

"Eso es lo que no lo hace un acto de guerra. Es una violación del armisticio, entre otras cosas", dijo.

El Gobierno del presidente Barack Obama está tomando "los pasos apropiados en coordinación con Corea del Sur para garantizar que estemos preparados militarmente para responder a cualquier futura acción" que pudiera efectuar Pyongyang, explicó Crowley.

Pese a haber sido el hecho más grave desde el fin de la Guerra de Corea en 1953, EE.UU. considera que ha adoptado la estrategia adecuada con Corea del Norte, aunque admite que "no hay garantías" de que el régimen comunista cambie su comportamiento.

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