El aparato de campaña de Obama, vital para impulsar su nueva agenda

  • Las sofisticadas bases de datos de votantes que nutrieron las dos campañas electorales de Barack Obama serán vitales para impulsar la agenda progresista que el mandatario se ha marcado para su segundo mandato, afirmaron hoy expertos a Efe.

Lucía Leal

Washington, 22 ene.- Las sofisticadas bases de datos de votantes que nutrieron las dos campañas electorales de Barack Obama serán vitales para impulsar la agenda progresista que el mandatario se ha marcado para su segundo mandato, afirmaron hoy expertos a Efe.

Tras cuatro años de luchas legislativas con un Congreso dividido, el presidente de EE.UU. ha decidido "ser agresivo" y recurrir a la herramienta más poderosa que tiene: el apoyo de cada ciudadano que le respaldó en las elecciones.

Su aparato de campaña, que este viernes se transformó en una organización sin ánimo de lucro, funcionará como enlace con los ciudadanos con el fin de potenciar la acción en al menos cuatro áreas: la inmigración, la lucha contra el cambio climático, el control de armas y los derechos de los homosexuales.

Tras concluir su discurso de investidura el lunes, el propio Obama envió un correo electrónico a sus simpatizantes para instarles a participar en ese "movimiento de base", que será "crucial para terminar lo que empezó" con su elección en 2008.

"Es una herramienta muy importante y podría cambiar las cosas en varios asuntos clave, si sabe usarla de forma selectiva", dijo a Efe Patrick Griffin, que fue asesor para asuntos legislativos del expresidente de EE.UU. Bill Clinton.

Esa herramienta, basada en los más de 20 millones de correos electrónicos que la campaña recabó en 2012, supone un "mecanismo operacional sin precedentes" para un presidente estadounidense, que "tiene el potencial de activar a la gente una vez que se ha presentado un plan" desde el Gobierno, consideró Griffin.

Robert Lehrman, profesor de comunicación política en la American University, cree que la estructura es "un movimiento inteligente por parte del Gobierno, porque si han formado a organizadores tan buenos, ¿por qué malgastarlos?".

"Pero la cúpula del Partido Demócrata está alarmada, porque esto erosiona su utilidad", apuntó a Efe.

Además de recurrir a esa nueva organización, bautizada "Organizing for Action", Obama ha decidido dar más peso a su poder ejecutivo y planea utilizar decretos presidenciales para sortear al menos parte del bloqueo en el Congreso.

Tal y como hizo con su plan para el control de armas la semana pasada, el mandatario quiere emitir varios decretos presidenciales para abordar la lucha contra el cambio climático, uno de los asuntos destacados en su discurso inaugural del lunes.

Según fuentes demócratas citadas por el New York Times, Obama buscará dar más autoridad a la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) para restringir las emisiones de las plantas de carbón, y adoptar nuevos estándares de eficiencia energética para electrodomésticos y edificios, entre otras políticas.

El mandatario también pretende lanzar una campaña a nivel nacional sobre el tema, para lo que podría usar su aparato de campaña y que es precisamente "lo que necesita hacer", según el director de energía y clima del Carnegie Endowment for International Peace, David Burwell.

"Tiene que moverse, hacer una gira destacando que el plano científico del cambio climático ya está claro y pedir al público que le apoye en esa acción", dijo Burwell a Efe.

Otra de las menciones que más aplausos le valieron en su discurso de investidura fue la que aludió a los derechos de los homosexuales, un área en la que el mandatario ha ido evolucionando progresivamente hasta que el pasado mayo proclamó su apoyo a las uniones del mismo sexo.

No obstante, Obama también ha indicado en ocasiones que cree que ese asunto debe tratarse a nivel estatal y no nacional, y es posible que la Casa Blanca posponga toda acción hasta junio, cuando se espera que el Tribunal Supremo decida sobre la constitucionalidad de la ley que define el matrimonio como la unión entre hombre y mujer.

"Es difícil prever qué puede pasar, pero es muy importante el simbolismo de lo agresivo que fue en su discurso, y del uso de la palabra ("gay") por primera vez en una investidura", señaló Griffin.

En ambos asuntos, el Congreso será "definitivamente un obstáculo", advirtió Lehrman, fundamentalmente por "las agudas diferencias que los republicanos de la Cámara baja tienen (respecto a esas ideas) y que bloquearán lo que quiere hacer".

En ese esquema, la estrategia de recurrir a la iniciativa popular y los decretos presidenciales es "prácticamente la única" que le queda a Obama, y no significa un desplante al Congreso, de acuerdo con Griffin.

"Una de las formas de llegar a un compromiso es ser agresivo, poner toda tu autoridad detrás de lo que tratas de hacer", explicó. "Si logra el suficiente apoyo público, es probable que (la oposición en) el Congreso cambie de actitud y decida sentarse a la mesa".

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