El Arca de Noé está en Kenia

  • La sequía que sufre Kenia ha acabado con numerosos animales del país y ha dejado un desequilibrio importante en la fauna autóctona. Para compensarlo, y que el turismo de safaris no se vea afectado, el Gobierno está llevando a cabo el que dicen que es el mayor traslado de animales en manos del hombre. En las próximas semanas pretende trasladar a 7.000 cabezas de ganado al Parque Nacional de Amboseli.
Kenia echa a las cebras a los leones para devolver el equilibrio al ecosistema
Kenia echa a las cebras a los leones para devolver el equilibrio al ecosistema
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Tristan McConnell | GlobalPost

(Soysambu, Kenia). Escondidas entre las acacias que parecen paraguas hay unas paredes hechas con lonas resistentes formando un túnel que acaba en la rampa de un camión con las puertas traseras abiertas. El amanecer es fresco y silencioso. Guardas forestales vestidos de color caqui esperan en silencio, sujetando unas largas varas.

De repente, el silencio de la mañana se interrumpe con el ruido de las aspas de un helicóptero que sobrevuela a baja altura. A continuación, llega el sonido de docenas de pisadas de animales que corren asustados sobre la tierra polvorienta.

Perseguidas por el helicóptero, las cebras caen en la trampa.

Una vez dentro de las lonas, los guardabosques engañan a los caballos salvajes blancos y negros con ayuda de las varas y de sus voces para que se adentren por el túnel y suban al camión. Con esta técnica consiguen llenar un camión con 21 animales, y otro con 19.Agrupar a 40 cebras lleva una hora y media de trabajo lento y frustrante, ya que muchos de los animales se acaban desperdigando antes de llegar a la trampa, o porque detectan a los guardas y las lonas y se giran en otra dirección.

La expedición matinal marca el inicio de un enorme plan para transportar 7.000 cebras y animales salvajes desde varios puntos de Kenia hasta el Parque Nacional de Amboseli, en el sur del país, devastado por la sequía."Estamos haciendo este traslado para reabastecer Amboseli", explica Isaac Lekolool, el veterinario a cargo de captura y transporte de animales del Kenya Wildlife Service (KWS), el organismo gubernamental responsable de la fauna keniana y de sus 33 parques nacionales y reservas."El año pasado perdimos la mayor parte de nuestros herbívoros. Fue un mal año para Amboseli, y un mal año para Kenia".

Esto también significa que fue un mal año para los leones, y también para el turismo.La sequía ha matado a la mayor parte de las presas de los leones, lo que les está llevando a cazar fuera de Amboseli. A menudo matan cabras y vacas, lo que provoca conflictos con los granjeros y campesinos, que protegen sin miramientos la fuente de ingresos de la que dependen para sobrevivir.Se calcula que unos 100 leones mueren cada año en Kenia a manos de granjeros enfadados.

Dado que ahora sólo quedan 2.000 leones en la región, su conservación es una prioridad absoluta para el KWS.Los turistas también han sido testigos de los efectos de la sequía en Amboseli, donde han visto cadáveres putrefactos y huesos desperdigados por todo el paisaje y respirado un aire cargado de olores de descomposición."Amboseli es un lugar para turistas, y si los turistas no vienen y no ven animales, no se van satisfechos", explica Lekolool.

En un intento de arreglar la situación, en febrero dio comienzo el mayor traslado de animales a manos del hombre de la historia. Hace cinco años el KWS movió 400 elefantes, en una operación descrita como "la mayor reubicación de animales jamás llevada a cabo desde el Arca de Noé". El plan actual de trasladar 7.000 animales costará en torno a 950.000 euros y tardará varias semanas en completarse.

Las cebras y los animales salvajes se están reuniendo en fincas privadas como la de Soysambu, un refugio de 44.000 acres en torno al lago Elementaita, en el valle del Gran Rift.

El gerente de Soysambu asegura que el hecho de librarse de cebras es bueno para la finca, cuya actividad se centra en suministrar carne de vacuno a los mercados locales."La cifra total de animales salvajes aquí es de 11.000. Tenemos también 6.500 piezas de ganado. Todos ellos consumen mucho pasto, así que hay mucha competencia por la comida y por el agua", explica Charles Muthui. "Tenemos muchos más animales de los que podemos alimentar".

Las 1.000 cebras que salgan de Soysambu serán bienvenidas en Amboseli. Las nuevas cabezas servirán de alimento suficiente para los leones dentro de los límites del parque, de modo que no tendrán que cazar fuera de sus fronteras. También se contribuirá de este modo a restaurar el equilibrio natural entre herbívoros y carnívoros, destrozado debido a la sequía.

Cuando el sol alcanza su cénit a mediodía, el piloto vuelve a tierra con el helicóptero. Las cebras se olieron lo que estaba sucediendo, así que los guardabosques tienen que llevarse la trampa a otro punto. Reanudarán la operación al día siguiente, por la mañana.

Mientras tanto, los dos camiones llenos de cebras de Soysambu inician su recorrido de cinco horas hacia el sur, a Amboseli. "Los leones estarán ahora contentos", dice Lekolool con una sonrisa. "¡Les estamos llevando comida!".

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