El boxeador Rafael Lozano dice que jamás le puso la mano encima a su ex mujer

Córdoba.- El boxeador medallista olímpico Rafael Lozano, acusado de maltratar a su ex mujer, ha declarado que "jamás" le ha puesto "la mano encima", mientras que ella ha relatado que el 3 de febrero de 2008 la cogió del pelo y la golpeó contra la pared.

En la vista, que se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 2 de Córdoba, el boxeador ha explicado que el día de los hechos, acababa de terminar un combate y que sin parar a ducharse para no demorarse demasiado, recogió a sus hijos para llevarlos a casa de su ex mujer.

El boxeador ha indicado que "jamás" le ha puesto "la mano encima" a la madre de sus hijos, ni durante su matrimonio ni después, y ha indicado que el día de los hechos, "como siempre", la mujer comenzó a gritarle porque había llegado un cuarto de hora tarde, ante lo que él le contestó diciendo que tenía prisa y se marchó.

Sin embargo, la ex mujer del deportista, M.P.S.D., ha declarado que durante su matrimonio, el deportista había mantenido una actitud agresiva contra ella, amenazándola, insultándola y propinándole empujones, golpes y tirones del pelo que ella no denunció para no "arruinarle la vida".

La ex mujer del bimedallista olímpico también ha explicado que, el día que el padre le entregó a los niños tras un combate, ella le recriminó su tardanza, tras lo que ha indicado que él la amenazó e insultó con gritos, la agarró del pelo y la golpeó contra la pared, por lo que tuvo que ir a un centro hospitalario para ser asistida.

Sin embargo, un amigo de Lozano, que ha indicado que ese día fue a acompañarlo a llevar a sus hijos, ha declarado que desde el coche, que el deportista aparcó próximo al portal de la casa de su ex mujer, no vio ninguna agresión, aunque sí que ambos hacían aspavientos con las manos mientras hablaban.

Sobre la reconstrucción de los hechos que han reproducido las partes, la mujer ha asegurado que en el coche no había nadie con su ex marido y, por su parte, el boxeador ha afirmado que cuando entrega a sus hijos suele ir acompañado por recomendación de su abogado, como ocurrió el día de la supuesta agresión.

En declaraciones a Efe Lozano ha indicado que intenta mantener a sus hijos al margen de las denuncias cruzadas que mantiene con su ex mujer -condenada a un año de cárcel y otro de alejamiento de sus hijos por una sentencia que ya ha sido recurrida-.

Además, ha explicado que antes del juicio ha llevado a sus hijos al colegio y ha evitado decirles a donde iba, y que los pequeños le han manifestado que su madre ya les había contado que su padre se enfrentaba una acusación de maltrato.

El Ministerio Público considera que los hechos relatados son constitutivos de un maltrato habitual por los que pide para Rafael Lozano una pena de dos años de cárcel y una prohibición de acercarse a sus hijos por más de quinientos metros durante cuatro años.