"El cambio de hora en verano se ha quedado obsoleto"

  • La Asociación Francesa contra la Hora de Verano Doble lucha desde hace 20 años contra esta medida.
"El cambio de hora en verano se ha quedado obsoleto"
"El cambio de hora en verano se ha quedado obsoleto"
lainformacion.com

[Actualización: El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, anuncia la eliminación de los cambios de hora en toda Europa]

A las 2.00 de la madrugada de este sábado serán las 3.00. Perderemos una hora de sueño a cambio de una hora más de sol y de un importante ahorro energético y económico. Este es el argumento que esgrimen los poderes públicos desde la crisis del petróleo de 1973, cuando se decidió atrasar los relojes una hora como paliativo de la grave crisis económica.

Pero desde aquel año, cada vez más voces, dispersas por el momento, claman contra la medida. Una de ellas es la de Eleonore Gabarain, ingeniera agrónoma que hace 20 años montó con su marido la Asociación Francesa contra la Hora de Verano Doble para desmontar los argumentos oficiales y devolver una hora a Francia, España, Bélgica y Holanda. Porque todos estos países tienen en realidad dos horas de adelanto respecto a la hora natural del sol por iniciativa de Francia, que tras la Primera Guerra Mundial ya cambió los relojes.

Más tarde, durante la ocupación, la Alemania nazi impuso la "hora de Berlín" (dos horas respecto a la hora solar), que el general De Gaulle suprimiría después, tras la liberación. Tras la crisis del 73, el país galo introdujo la hora de verano doble que suscribieron los demás países.

Para Gabarain, "la hora de verano no genera el ahorro energético que se cree", explica esta ingeniera por teléfono desde su casa, a las afueras de París. Es decir, sí se ahorra desde un punto de vista global, pero al analizar la cuestión más de cerca, aparecen numerosas dudas.

Por ejemplo, retrasar los relojes implica que por la mañana haga más frío, y que aumente el consumo de calefacción en los coches. De igual forma, por la tarde se eleva el consumo del aire acondicionado. Además, al hablar de ahorro energético "sólo se tiene en cuenta la electricidad, pero no la quema de combustibles fósiles por el aumento del tráfico", explica Gabarain.

La incursión de las lámparas de bajo consumo es otro de los argumentos de esta asociación contra el cambio de hora en verano. "Es evidente que ahora el ahorro es menor. El cambio es obsoleto".

Pero el principal argumento de Eleonore Gabarain y de numerosos estudios es el impacto de la medida en los trastornos del sueño e incluso en el aumento de afecciones cardiovasculares. Un estudio de la revista The New England Journal of Medicine publicado en 2008 explica que "esta transición puede perturbar los ritmos cronobiológicos e influir en la duración y en la calidad del sueño. Los efectos duran durante varios días después", explica el artículo. Los detractores de la medida reclaman acoplar los husos horarios a la hora natural.

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