El caso Relvas vuelve a poner al Gobierno portugués contra las cuerdas

  • La dimisión del ministro más poderoso del Gobierno conservador portugués, Miguel Relvas, por irregularidades en su titulación universitaria, volvió a poner hoy contra las cuerdas al primer ministro luso, Pedro Passos Coelho.

Emilio Crespo

Lisboa, 5 abr.- La dimisión del ministro más poderoso del Gobierno conservador portugués, Miguel Relvas, por irregularidades en su titulación universitaria, volvió a poner hoy contra las cuerdas al primer ministro luso, Pedro Passos Coelho.

El jefe del Ejecutivo portugués fue blanco de duras críticas y peticiones de dimisión en el Parlamento solo dos días después de otro debate tormentoso en el que la mayoría absoluta de su coalición rechazó la primera moción de censura presentada por el principal partido de la oposición, el Socialista (PS).

Passos Coelho negó hoy con vehemencia que la salida de su ministro Adjunto y de Asuntos Parlamentarios haya provocado "inestabilidad" en el país y desmintió cualquier tipo de división en el seno de la coalición conservadora.

"La salida de Relvas no supone ninguna crisis política", aseveró el dirigente conservador que se enfrenta con esta renuncia a su primera crisis de Gobierno desde que ganó las elecciones anticipadas de junio de 2011, dos meses después de la petición del rescate financiero del país.

Pero aprovechando el rutinario debate quincenal en la Asamblea Legislativa, toda la izquierda, con el PS al frente, consideró muy grave la conducta del ministro dimisionario y declaró al jefe del Ejecutivo "cómplice" de las actuaciones de su "mano derecha", que ha protagonizado otros escándalos en Portugal.

Antonio José Seguro, secretario general del PS, afirmó que el caso Relvas crea inestabilidad en Portugal y debilita su imagen externa y la credibilidad del Gobierno en medio de la grave crisis económica que sufre el país, sujeto a un estricto programa de ajuste financiero.

Desde la izquierda marxista se pidió de nuevo la dimisión de todo el Ejecutivo, no solo de Relvas, pero Passos Coelho aseguró que el Gobierno se siente fuerte y no tiene "ningún problema de cohesión".

Además de defenderle, sostuvo que no hubo "abuso" en la conducta académica del ministro, que renunció horas antes de conocerse la decisión del Ministerio de Educación de enviar a la Fiscalía una investigación sobre las irregularidades con las que obtuvo su licenciatura en solo un curso, el de 2006-2007.

Sin embargo el jefe del Estado luso, Aníbal Cavaco Silva, figura histórica del Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha) de Passos Coelho, tuvo una actitud muy distinta hacia el caso al ser preguntado por los periodistas.

El presidente, que se ha distanciado públicamente de la política de austeridad aplicada por el primer ministro, pidió al Ministerio de Educación que no deje de ser "riguroso" en este caso, para reafirmar la calidad de la enseñanza lusa.

Las investigaciones de las autoridades educativas, filtradas a los medios, señalan que Relvas logró su título en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales por la Universidad Lusófona de Lisboa, con la convalidación de cerca de 160 créditos, de un total de 180, en sólo un año y en razón a sus méritos profesionales y laborales.

Relvas, que ya era un influyente diputado cuando se licenció, protagonizó además otras sonadas polémicas del actual Gobierno conservador por sus enfrentamientos con periodistas -que le acusaron de amenazas- y la relación con un antiguo jefe del servicio secreto acusado de espiar a empresas y personalidades.

Su renuncia ha abierto la primera crisis ministerial en el seno de la alianza de centroderecha entre el PSD y los democristianos del CDS-PP, algunos de cuyos dirigentes pidieron ya públicamente una remodelación del Gabinete, blanco de continuas manifestaciones y huelgas por su severa política de austeridad.

Pese a la lluvia de críticas que soporta el Gobierno, Cavaco Silva, descartó hoy que pueda haber "elecciones anticipadas" en Portugal, aunque se mostró preocupado por las diferencias entre los dos grandes partidos del país, PSD y PS, e instó al consenso político.

"Portugal pasa por tiempos difíciles", reconoció el presidente luso que, no obstante, consideró que la superación de la última moción de censura "reafirmó la legitimidad de este Gobierno".

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