El Consejo de Seguridad pide oportunidad para la paz entre acusaciones

  • Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU pidieron hoy que el actual alto el fuego en Ucrania sea una oportunidad para la paz, a pesar de las acusaciones recíprocas entre Rusia y los países occidentales sobre la responsabilidad por la crisis.

Naciones Unidas, 24 jun.- Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU pidieron hoy que el actual alto el fuego en Ucrania sea una oportunidad para la paz, a pesar de las acusaciones recíprocas entre Rusia y los países occidentales sobre la responsabilidad por la crisis.

La discusión que mantuvo el Consejo sobre la crisis en Ucrania mostró una vez más las diferencias entre Moscú y Occidente, incluso si en las últimas horas la tregua entre los separatistas prorrusos y Kiev, unido a la propuesta del presidente ruso, Vladímir Putin, de renunciar al empleo de las tropas rusas a Ucrania, han abierto una ventana hacia una posible solución.

El subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Tayé-Brook Zerihoun, acogió favorablemente la decisión de Putin, aunque recordó que sigue habiendo "profunda preocupación" porque la situación sobre el terreno "sigue siendo grave".

El secretario general adjunto de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ivan Simonovic, expuso por vídeoconferencia los principales puntos de su último informe mensual sobre la situación en Ucrania, y que apuntan a que en el este del país han muerto 423 personas entre el 15 de abril y el 20 de junio.

Simonovic consideró el plan de paz de Poroshenko "un paso positivo en la buena dirección", pero advirtió que la situación en el este de Ucrania es cada vez peor y que miles de personas están dejando sus hogares, "en parte por miedo y en parte por el empeoramiento de la situación".

Las autoridades ucranianas anunciaron hoy que los nueve militares que ocupaban un helicóptero murieron al ser derribado el aparato por insurgentes prorrusos cerca de la ciudad de Slaviansk (este de Ucrania) en el primer día de la tregua acordada entre las autoridades y los separatistas.

El embajador ruso, Vitaly Churkin, señaló que "por primera vez" hay "débiles señales alentadoras", que atribuyó al presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y aseguró que Moscú "apoyará esos intentos".

Sin embargo, Churkin mantuvo posiciones tradicionales de Rusia al acusar a Ucrania de incumplir compromisos anteriores y mantener las operaciones militares "contra su propio pueblo", por lo que insistió en que el acuerdo de alto el fuero "se cumpla estrictamente".

La embajadora estadounidense, Samantha Power, acogió favorablemente los últimos gestos de Rusia, que han llegado después de que Poroshenko y el pueblo ucraniano "han hecho todo lo que les pedía la comunidad internacional para lograr la paz".

Pero Power no dejó pasar la oportunidad de recordar lo que según su Gobierno Rusia ha hecho en los últimos meses para "desestabilizar" al país vecino, además de que "ha radicalizado a los separatistas".

El Reino Unido y Francia también mantuvieron el tono esperanzado con la tregua y a la vez crítico con Rusia.

"La violencia en el este de Ucrania está fomentada desde el exterior", un apoyo que "debe cesar", dijo por ejemplo el embajador adjunto francés, Alexis Lemek.

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