El cultivo del opio en Afganistán aumenta un 7 % debido a la inseguridad

  • La superficie de cultivo de opio en Afganistán aumentó un 7 % en 2011, hasta las 131.000 hectáreas, debido a la inseguridad y al aliciente de unos precios muy altos, informó hoy la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).

Viena, 11 oct.- La superficie de cultivo de opio en Afganistán aumentó un 7 % en 2011, hasta las 131.000 hectáreas, debido a la inseguridad y al aliciente de unos precios muy altos, informó hoy la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).

Además del aumento de la superficie cultivada, comparada con los 123.000 hectáreas de 2009 y 2010, también se calcula que se ha incrementado la producción de opio hasta las 5.800 toneladas métricas, desde las 3.600 del año pasado.

La ONU reconoce que el dato "no es positivo" y que "los niveles de producción pueden estar en la dirección de los máximos vistos antes de 2010", cuando se encadenaron aumentos anuales récords.

Afectada por una plaga de hongos, la producción cayó el año pasado un 48 %, con descensos apreciables en las conflictivas provincias sureñas de Helmand y Kandahar, tradicionales bastiones de los insurgentes taliban.

Este descenso causó, sin embargo, que los precios del opio afgano crecieran un 164 % en 2010: el precio promedio se situó en 169 dólares por kilo, frente a los 64 dólares en 2009.

Este aumento de los precios, que rompió una tendencia descendente registrada entre los años 2005 y 2009, volvió a hacer este año atractivo el cultivo de la amapola entre los empobrecidos campesinos del país centro-asiático.

"El valor agrícola de la producción de opio alcanza los 1.400 millones de dólares, el 9 % del PIB del país. Si se agregan los beneficios de la fabricación y el tráfico de heroína a esa cifra, el opio es una parte importante de la economía afgana y proporciona fondos considerables a la insurgencia", indica la ONU.

"Insto a la comunidad internacional a que se centre en las conexiones entre el narcotráfico y la inseguridad. La producción y el tráfico de narcóticos impide la seguridad, promueve la corrupción, la criminalidad, la inestabilidad y la inseguridad en Afganistán, la región y la entera comunidad internacional", afirmó Yury Fedotov, director de la ONUDD.

La ONU también alerta de que Afganistán ha pasado de ser un país exportador a uno consumidor de adormidera, al sufrir una de los mayores índices de consumo de opiáceos en el mundo, con una tasa de prevalencia del 2,65 % entre la población de 15 a 64 años.

"El país también se enfrenta a una epidemia de VIH entre usuarios de drogas por vía intravenosa", subraya la ONU en su informe.

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