El debate electoral en Kuwait discurre con tranquilidad

  • Los candidatos en las elecciones legislativas del próximo jueves en Kuwait citan a sus seguidores en carpas y jaimas para debatir y exponer sus programas en un ambiente ceremonioso y relajado, aunque no exento de controversias como la limitación de los poderes del emir y el multipartidismo.

Alfonso Bauluz

Kuwait, 30 ene.- Los candidatos en las elecciones legislativas del próximo jueves en Kuwait citan a sus seguidores en carpas y jaimas para debatir y exponer sus programas en un ambiente ceremonioso y relajado, aunque no exento de controversias como la limitación de los poderes del emir y el multipartidismo.

Estas son dos de las cuestiones que planean en estas elecciones y que chocan frontalmente con el orden constitucional que reserva al emir de la familia Al Sabah facultades para disolver la Cámara y nombrar al primer ministro.

Los candidatos, que lo son a título individual, forman bloques tolerados que abarcan el espectro político, desde los Hermanos Musulmanes y otras tendencias islamistas como los salafistas, hasta los liberales o Populares y Nacionalistas.

La campaña electoral discurre con normalidad y los candidatos, además de la propaganda en cartelería y medios de comunicación, públicos y privados, citan a sus seguidores en las carpas y jaimas en las que la afluencia es importante, con un censo de tan sólo 400.296 votantes, de ellos el 52,8 por ciento mujeres.

Los actos de campaña también transcurren en hoteles y a la manera tradicional en las "diwaniyas" o salones privados, donde notables o no, se reúnen para discutir sobre la campaña entre tes, pastas y dulces al más puro estilo tradicional.

Alguna cuenta incluso con su pequeño museo, en el que son exhibidas tarjetas de identidad de principios de siglo XX y otros objetos de época, que añaden a la longevidad y belleza de sus portones de madera el atractivo para las elites económicas e intelectuales del país de contar con figuras de primera talla.

Con cerca de un 1,2 millones de ciudadanos, la población del rico emirato petrolero alcanza los 3,5 millones de habitantes, muchos de ellos procedentes de países pobres y que mayoritariamente ocupan las labores peor retribuidas, algo completamente ajeno al debate electoral.

Gran parte de la controversia política está centrada en la limitación de los poderes de la familia real y la adopción de un verdadero sistema de partidos políticos.

Como explicó a un grupo de periodistas españoles antes de intervenir en uno de estos debates el ex diputado liberal y de nuevo candidato Abdulrahman Al Anjari "ha llegado el momento de los partidos políticos, pero hay resistencias al cambio".

Tras recordar su iniciativa legislativa frustrada, subraya que otros grupos como los Hermanos Musulmanes sí que cuentan con más organización, mención con la que, de nuevo alude, irónicamente, al estrecho sistema político que se remonta a 1962 cuando fue promulgada la Constitución vigente.

En el complicado escenario electoral kuwaití, que cuenta con cinco distritos, sólo 286 candidatos, -incluidas 23 mujeres-, continúan en la carrera en la que se habían inscrito 389 aspirantes a los 50 escaños en disputa.

El emir completa la Cámara con la designación de 15 ministros cuyo asiento es motivo de fricción permanente y causa en parte de las frecuentes disoluciones de la Asamblea en los últimos años.

Simultáneamente, las tribus celebran oficiosamente sus primarias, lo que no es legal, pero les permite aglutinar el voto en torno a candidatos definidos a diferencia de algunos conocidos salafistas, que, según el periódico "The Kuwait Times", en esta ocasión compiten como independientes por sus propias desavenencias.

No obstante, dan por descontada su alianza con el Movimiento Constitucional Islamista, el brazo político de los Hermanos Musulmanes.

La posibilidad de que cada votante opte hasta por un máximo de cuatro candidatos en su distrito -hay cinco- eleva la incertidumbre sobre el resultado, donde hay quienes depositan su confianza en la esperada participación de los "jóvenes adultos", que puede que acudan en masa a votar.

Al menos eso piensan quienes centran parte de su estrategia en la red, como es el caso de la ex diputada Salua Al Yassar Abdullah, quien ya entrada la noche, como es uso en Kuwait, destaca las diferencias que hay su primera carrera electoral en 2006 y ahora.

"Es una actitud diferente, en 2006, los votantes estaban asustados" con la presencia de mujeres en las listas.

Ella, que no se muestra en absoluto partidaria de cambios radicales, es un fiel reflejo de gran parte de las contradicciones del electorado, admite que es partidaria de la "tradición y la modernidad".

La trastienda, convertida en un escenario de comunicación virtual, está dirigida por su hija de 23 años, Shahed Al Tamar, quien a pesar de su juventud domina con precisión y claridad las nuevas herramientas en twitter, facebook y demás aplicaciones de comunicación instantánea desde el "ipad" y los móviles de última generación.

Hoy recibió a la prensa española a la que aclaró que ella no visita las "diwaniyas".

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