El disidente Liu Xiaobo, juzgado por pedir el sufragio universal en China

  • Pekín.- El juicio contra Liu Xiaobo, uno de los disidentes políticos más conocido de China, quedó hoy visto para sentencia después de que el escritor firmara el año pasado un manifiesto pidiendo el fin del sistema de partido único en su país mediante el sufragio universal.

Visto para sentencia el juicio contra el disidente político Liu Xiaobo
Visto para sentencia el juicio contra el disidente político Liu Xiaobo

Pekín.- El juicio contra Liu Xiaobo, uno de los disidentes políticos más conocido de China, quedó hoy visto para sentencia después de que el escritor firmara el año pasado un manifiesto pidiendo el fin del sistema de partido único en su país mediante el sufragio universal.

"Estamos a la espera de que el juez pronuncie sentencia. No sabemos cuándo puede suceder", señaló a Efe el abogado, Mo Shaoping, quien indicó que el juicio empezó a las 9 de la mañana y finalizó poco antes de las 12 del mediodía.

Al Tribunal Popular Intermedio Número 1 de Pekín, en el barrio de Shijingshan, acudieron esta mañana unos 200 seguidores de Liu, entre ellos unos 60 convocados a través de la red de "microblogging" Twitter que portaban un lazo amarillo en apoyo al activista.

"Él representa la libertad de expresión", dijo uno de los allí presentes, apellidado Liu, rodeado de otros internautas que pedían "Libertad para Bo" o el fin de la censura en Internet de redes como Twitter o Facebook.

Sin embargo, el fuerte cerco policial, que mantuvo acordonado el acceso al tribunal, impidió que tanto estos manifestantes como los diplomáticos europeos y americanos que querían acceder al juicio como observadores lograran su objetivo.

Los firmantes más famosos del manifiesto político, llamado "Carta 08" y por el que Liu ha sido juzgado, habían anunciado que acudirían hoy a la puerta del tribunal para compartir de forma simbólica la responsabilidad de la firma, pero fueron retenidos en sus domicilios por la policía.

Unos 300 disidentes, artistas e intelectuales firmaron la carta, en la que se exigía la aplicación de derechos recogidos en la Constitución china, como el fin del partido único, el sufragio universal, la libertad de prensa y de expresión o la mejora del medio ambiente.

Entre los retenidos y amenazados hoy por la policía, están la propia esposa del encausado, la poetisa Liu Xia, la líder de Madres de Tiananmen, Ding Zilin, o Bao Tong (el ex secretario del líder Zhao Ziyang, que defendió a los estudiantes de la plaza de Tiananmen en 1989), entre otras decenas de activistas en todo el país, según informa hoy la ONG Chinese Human Rights Defenders (CHRD).

De todos los entonces firmantes, Liu, que el lunes cumplirá 54 años, fue el único detenido, el 8 de diciembre de 2008, un arresto que provocó las críticas en todo el mundo en el último año y que, paradójicamente, ha dado más visibilidad al manifiesto, que hoy cuenta con 10.000 signatarios.

Entre ellos, Salman Rushdie, Margaret Atwood o Umberto Eco.

Liu Xiaobo es famoso desde que inició la huelga de hambre de los intelectuales durante las protestas de estudiantes pro democráticos en Tiananmen, atajadas violentamente por el Ejército el 4 de junio de 1989 con la muerte de cientos de manifestantes.

Entonces profesor de Literatura, Liu fue condenado a 20 meses de cárcel, y a otros tres años en un campo de reeducación laboral ("laogai") en la pasada década por persistir en su activismo, por lo que este será su tercer encarcelamiento, que podría durar entre 5 y 15 años, según la sentencia, que se espera para los próximos días.

La acusación, "subversión contra el poder del Estado", es la que se usa en China contra los disidentes, ya que permite criminalizar las críticas contra el gobierno del Partido Comunista de China (PCCh), motivo por lo que las ONG pro derechos humanos han calificado el juicio de hoy como una "parodia de la Justicia".

Estos grupos, así como la Unión Europea y EEUU, han criticado la detención y el juicio contra Liu, y han pedido, sin éxito, su liberación, incluso el presidente estadounidense Barack Obama en su visita a China hace un mes, lo que demuestra, según las ONG, que la diplomacia no es efectiva con el régimen chino.

Ayer mismo, el primer ministro francés, François Fillon, declaró en Pekín que la postura de su gobierno es la misma que la europea, aunque reconoció que no habló del caso con sus homólogos chinos, una actitud habitual a la hora de firmar acuerdos con la tercera potencia económica.

Mostrar comentarios