El embajador iraní no regresará a Baréin tras acudir a consultas a Teherán

  • El embajador de Irán en Baréin, Mahdi Agayajari, no regresará a Manama tras haber sido llamado a consultas a Teherán debido a la violenta represión de las protestas contra el régimen de ese país del golfo Pérsico, de mayoría de población musulmana chií y gobernado por una monarquía suní.

Teherán, 24 oct.- El embajador de Irán en Baréin, Mahdi Agayajari, no regresará a Manama tras haber sido llamado a consultas a Teherán debido a la violenta represión de las protestas contra el régimen de ese país del golfo Pérsico, de mayoría de población musulmana chií y gobernado por una monarquía suní.

Según la web de la televisión iraní en español HispanTV, el director de Asuntos Árabes y Africanos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Hosein Amir Abdolahian, señaló que tras la primera muerte en las protestas, a mediados de marzo pasado, retiraron al embajador en Manama "y hasta la fecha no hemos decidido mandarlo de regreso".

También negó que el ministro de Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, tenga programado un viaje a Baréin.

Irán, un país con alrededor de un 90 por ciento de población chií, donde rige una sistema teocrático de esta rama del Islam, ha condenado la represión de las protestas en Baréin, donde son precisamente los grupos chiíes los que reclaman democracia al régimen suní.

Asimismo condenó la intervención militar de Arabia Saudí para respaldar al régimen del rey Hamad bin Isa al Jalifa.

Abdolahian, según la agencia local Mehr, calificó de "error estratégico" la decisión de Arabia Saudí de enviar tropas a Baréin para apoyar al régimen de los Al Jalifa y recalcó: "No sólo no ayudan a resolver el problema, sino que complican la situación día a día".

Según el viceministro iraní, "nosotros hemos dicho claramente que no intentamos interferir en los asuntos internos de Bahrein", pero apostilló: "El pueblo de Bahrein tiene una demandas legítimas que han de ser tenidas en consideración".

El rey Hamad bin Isa al Jalifa se mantiene en el poder en este pequeño país insular pese a las protestas de miles de ciudadanos en demanda de reformas democráticas, que comenzaron el 14 de febrero y en las que han muerto más de veinte personas y miles más han resultado heridas o detenidas, según la oposición.

Organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han denunciado que en la represión y enjuiciamientos posteriores han sido represaliados incluso los médicos y sanitarios que atendieron a los heridos en la plaza de la Perla, donde se concentraban los manifestantes.

Igualmente, estas organizaciones han denunciado el apoyo militar de Arabia Saudí y la venta de armas por parte de Estados Unidos.

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