El entrenador español Míchel agota su crédito en Marsella

  • En tres meses, Michel todavía no ha conseguido implantar su estilo en el Olympique de Marsella, aunque su once inicial tipo parece definido.

Sus opciones pasan por el test del domingo ante el Saint-Etienne en la 14 jornada de la liga francesa. Tres victorias de prestigio y cierta fuerza como equipo hicieron pensar hace unas semanas en la completa adaptación de los jugadores a los métodos del nuevo entrenador. Pero fue un espejismo.

Michel aludió hace poco enigmáticamente a una "ampliación de sus poderes", un mensaje dirigido a su presidente, Vincent Labrune, aunque sin precisar a qué se refería exactamente. Habló de sus "prerrogativas en el aspecto deportivo", y añadió que tendría "más autoridad".

Pero sólo una mínima regularidad en los resultados dotaría a su petición de cierto peso.

El madrileño parece al menos haber encontrado un boceto del equipo tipo, al menos en su columna vertebral, y parece decantarse por un sistema de 4-2-3-1.

Nicolas Nkoulou y Karim Rekik están instalados en el eje de la defensa, como confirmó el entrenador antes del partido en Saint-Etienne, pese a que la presencia del portugués Rolando en una rueda de prensa le había hecho albergar esperanzas de ser titular en el Geoffroy-Guichard.

"No necesito las explicaciones del entrenador, aseguró el portugués, tanto si estoy en el banco, en la tribuna o sobre el terreno de juego, yo lo hago lo mejor que puedo. Yo siempre quiero jugar pero es la elección del entrenador y debo aceptarla". Unas palabras que refuerzan la autoridad de Míchel, que defiende a su grupo aunque a veces pueda lanzarle dardos en público, como después la derrota ante el Niza, cuando les acusó de no respetar sus consignas.

En el centro, Lassana Diarra es su hombre de confianza desde el inicio. De luto por los ataques de París, el centrocampista del equipo de Francia debería jugar como ya lo hizo el martes ante Inglaterra, aunque esta semana no se haya entrenado hasta el sábado.

En la delantera el puesto de Remy Cabella como mediapunta parece la mejor opción, tanto por número de goles marcados o de pases de gol del ex jugador del Montpellier.

El belga Michy Batshuayi es el candidato absoluto al puesto de delantero, con nueve goles esta temporada en todas las competiciones. Además marcó con los 'Diablos Rojos' contra Italia, un gol que le otorga muchas posibilidades de acudir a la Eurocopa-2016.

"Ya ha marcado más goles que toda la temporada pasada", afirmó Míchel conocedor del hecho de que el año pasado el belga era suplente.

El entrenador español ha dejado ver últimamente su frustración utilizando el argumento de la juventud de su plantilla así como la falta de tiempo para preparar a sus jugadores después de la dimisión de Marcelo Bielsa en la primera jornada.

"La mayor dificultad para construir un equipo es llegar dos meses después del inicio de la temporada para hacer la preparación, no es algo fácil de asimilar por los numerosos jugadores jóvenes que tenemos".

Ese problema lastra evidentemente su trabajo, pero Míchel ya lo sabía cuando se postuló para el puesto, y repetir continuamente ese argumento puede ser interpretado como un signo de debilidad.

De la misma forma, se refiere con asiduidad a la juventud de su equipo. Una queja cierta y reconocida, pero demasiado repetida en su discurso.

"Sois vosotros los maestros de las estadísticas, no yo, lanza a los periodistas, somos el segundo equipo más joven de Francia. Vosotros que os gustan las comparaciones, comparad. Ello representa dificultades, pero también esperanza para el futuro".

"Si hubiese podido llegar al inicio de la pretemporada, creo que hubiera tenido más tiempo para conocernos y hacer un equipo mejor", explicó Míchel.

Pero el ex del Real Madrid sabe que en Marsella el tiempo de crédito se le agota.

eba/iga

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