El fin de la masacre de Darfur, lejos por los tres millones de refugiados todavía en peligro

  • La Unión Africana considera que las matanzas han acabado en la región de Sudán. Varios analistas sostienen la opinión contraria sobre un conflicto que ha costado la vida a 300.000 personas, según Naciones Unidas.
Soldados de la Unión Africana, durante su misión de paz en Darfur | EFE
Soldados de la Unión Africana, durante su misión de paz en Darfur | EFE
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Andrew Meldrum | GlobalPost para lainformacion.com
Andrew Meldrum | GlobalPost para lainformacion.com

BOSTON - ¿Se acabó la guerra en Darfur? Es lo que afirma el general saliente de las fuerzas de Naciones Unidas en esta problemática región africana.

El general Martin Agwai, que abandonó su cargo la pasada semana, afirma que la cruenta lucha de los seis últimos años ha disminuido ahora que los grupos rebeldes se han dividido en diferentes facciones. El militar sostiene que la región de Darfur, en Sudán, ahora es escenario de más disputas menores y acciones de bandoleros, pero no de acciones de guerra.

Sin embargo, son muchos los que no creen sus palabras. En especial los casi tres millones de refugiados de Darfur que siguen hacinados en sus campamentos, aterrados ante los ataques de la guerrilla apoyada por el gobierno, según expertos en este largo conflicto.

Naciones Unidas indica que en Darfur ya han muerto 300.000 personas, pero el gobierno sudanés sostiene que las víctimas son mucho menos, unas 10.000. En Darfur viven unos 7 millones de habitantes, de un total de 40 millones que tiene Sudán.

La guerra estalló en el 2003 en esta árida y paupérrima región occidental de Sudán cuando grupos de rebeldes atacaron objetivos del gobierno. Acusan al gobierno de Jartum –dominado por los árabes- de oprimir a los negros africanos. Las milicias progubernamentales han respondido con una fuerza brutal y han asesinado a miles de civiles.  

Orden de arresto

EEUU y diversos grupos de derechos humanos acusan al gobierno de apoyar la violencia, que han calificado de genocidio. El gobierno de Jartum niega el apoyo a las milicias. Sin embargo, hace unos meses el Tribunal Internacional de La Haya emitió una orden de arresto contra el presidente sudanés Omar al Bashir, en la que se le acusa de crímenes de guerra.

Agwai, que dirigió las fuerzas de paz de Naciones Unidas y la Unión Africana, conocidas como Unamid, declaró que Darfur ahora afronta "problemas de seguridad" aislados y no un verdadero conflicto armado.

"La acción de bandoleros, problemas locales y la gente que intenta resolver temas como el agua y la propiedad a nivel local. Pero creo que ya no tenemos una verdadera guerra como tal", expresó.

Sin embargo, varios analistas del conflicto rechazan la apreciación de Agwai de que la guerra se ha acabado.

"Es increíblemente prematuro. Decir que la guerra en Darfur se ha acabado contradice directamente lo que vemos en terreno", afirma Colin Thomas-Jensen, asesor de Enough, un proyecto antigenocidio del Center for American Progress, en Washington.

"Es posible que haya un periodo de tregua de la violencia, pero no se puede decir que ha acabado. No hay acuerdo ni proceso político para resolver el conflicto. Ninguno de los dos bandos ha sido derrotado y el gobierno continúa almacenando armas", explica Thomas-Jensen a GlobalPost.

 

El analista firma que si el conflicto de Darfur realmente hubiera acabado, "veríamos el regreso de 2,5 a 3 millones de personas a sus hogares para comenzar a reconstruir sus vidas. Pero no es el caso. La gente que tuvo que abandonar sus viviendas y que perdió a su familia, sigue atemorizada.

No se sienten seguros fuera de los campos [de refugiados] porque el gobierno sudanés aún posee un grupo militar en su representación que comete atrocidades fuera de esas zonas. Atribuir todo esto a la acción de bandoleros y a la anarquía es claramente poco honesto".

Enough sostiene que el gobierno de Sudán acumula armas y se prepara para una nueva escalada en Darfur así como también un reinicio de las hostilidades en el sur del país.

Compra de armas

"El gobierno de Jartum ha comprado aviones de guerra a China, artillería y misiles tierra-tierra. Han adquirido tanques a las ex repúblicas soviéticas. Y es bien sabido que Sudán fabrica sus propias armas pequeñas, principalmente fusiles AK-47, gracias a la ayuda de los chinos", afirma Thomas-Jensen.

El analista Gillian Lusk indica que las declaraciones del general de la ONU son "pocos útiles" porque podrían hacer creer a la opinión pública que se han resuelto los problemas de Darfur. "Ha habido una importante reducción de la lucha en Darfur y eso es indudablemente bueno para la gente, pero es el gobierno el que lo alienta o lo atenúa, pueden recomenzar la violencia cuando quieran", declaró a la BBC.

La Coalición Salvar a Darfur (CSD), con sede en Washington, también cree que es un error la declaración de Agwai. "La crisis política y humanitaria de Darfur no ha acabado. Ni tampoco la amenaza de una lucha a gran escala", afirma Sean Brooks, experto de CSD.

"Nos sorprende la declaración del general Agwai si tenemos en cuenta que hace sólo unas semanas afirmaba que las fuerzas de la ONU estaban desplegadas en un 70 por ciento y que había que llegar al 100 por ciento para proteger a la población de Darfur. Aún no hay helicópteros para cumplir con el mandato de protección de los refugiados y los cooperantes. El 2009 ha sido el año más peligroso para los cooperantes, debido a los secuestros".

Se necesita "la presión internacional, en particular de Egipto y otros países vecinos, la Liga Árabe y la Unión Africana para que el gobierno de Jartum se comprometa con el proceso de paz", declara Brooks. Todas las partes coinciden en que se necesita una solución política para acabar con el conflicto.

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