El fiscal pide archivar la causa que investiga a Jiménez Villarejo por injuriar al Tribunal Supremo

  • Madrid.- La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido al juez Pablo Ruz que archive la causa abierta por orden del Tribunal Supremo para investigar las declaraciones realizadas por el ex fiscal jefe Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo contra el propio alto tribunal en un acto en defensa del juez Baltasar Garzón.

Jiménez Villarejo desarrolló gran parte de su carrera profesional en Barcelona.
Jiménez Villarejo desarrolló gran parte de su carrera profesional en Barcelona.

Madrid.- La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido al juez Pablo Ruz que archive la causa abierta por orden del Tribunal Supremo para investigar las declaraciones realizadas por el ex fiscal jefe Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo contra el propio alto tribunal en un acto en defensa del juez Baltasar Garzón.

Así lo ha pedido el fiscal Carlos Bautista en un escrito remitido hoy a Ruz, que sustituye a Garzón al frente del Juzgado Central de Instrucción número 5 mientras éste está suspendido cautelarmente de sus funciones, en el que sostiene que es "evidente que las expresiones proferidas (...) no son ultrajantes, ni aparecen como objetivamente injuriosas u oprobiosas de forma clara e inequívoca".

El pasado 16 de diciembre el Tribunal Supremo ordenó a la Audiencia Nacional investigar las declaraciones realizadas por Jiménez Villarejo al entender que algunas podían constituir indiciariamente un delito de calumnia o injuria contra el propio TS.

En el acto celebrado en la Universidad Complutense de Madrid el 13 de abril del año pasado Jiménez Villarejo acusó a los magistrados del Supremo de constituirse en un instrumento de la "actual expresión del fascismo español" por admitir las querellas de Falange Española de las JONS y de Manos Limpias contra el juez por declararse competente para investigar los crímenes del franquismo.

El ex fiscal jefe anticorrupción también criticó que el magistrado Luciano Varela, que instruye la causa contra Garzón, hablara en uno de sus autos de la "encomiable sensibilidad" de los jueces durante la dictadura, cuando "fueron cómplices hasta el último día de las torturas" en el desaparecido Tribunal de Orden Público (TOP).

Sin embargo, el fiscal Bautista entiende que esas manifestaciones están "amparadas en la libertad de expresión" y que "hasta podrían parecer pertinentes en el discutible discurso intelectual del denunciado, que compara la inactividad de la Justicia durante el régimen político anterior a 1978 con la, a su juicio, 'anómala' actividad del Poder Judicial en la causa" seguida contra Garzón.

Según el escrito, cuando Jiménez Villarejo se refirió a la complicidad con las torturas, "podría referirse" a la actuación de los miembros de las carreras judicial y fiscal que ejercieron de forma continuada antes de 1975 -como él mismo-, más aún ante la ausencia "casi total" de procedimientos por torturas contra miembros "de la policía política de entonces".

"Dicha crítica, dura y áspera, sólo es entendible desde una perspectiva en cierto modo autocrítica, no se refiere contra ningún individuo o institución en particular, lo que hace que la expresión proferida resulte atípica", subraya Bautista, que añade que la pretensión de proteger "el honor in genere del Cuerpo de jueces y Fiscales" parece "desmedida y ajena al derecho penal".

Además, considera el fiscal que las manifestaciones de Jiménez Villarejo han sido realizadas "en el curso de una intensa polémica" sobre la imputación de Garzón por prevaricación al declararse competente para investigar los crímenes del franquismo.

"Las expresiones proferidas deben enmarcarse en lo que es una crítica a las decisiones de los poderes públicos, que están sujetos a la legítima crítica frente a sus decisiones, máxime cuando se toman dentro de asuntos que generan infinita controversia y vivo debate", destaca el escrito.

El Tribunal Supremo estableció que el órgano competente para investigar la denuncia presentada por un particular, a la que se sumó posteriormente otra del sindicato ultraderechista Manos Limpias, corresponde a la Audiencia Nacional.

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