El G-6 e Irán reactivan su diálogo y Teherán accede a inspecciones en la planta de Qom en dos semanas

  • Ginebra.- Las grandes potencias que hablaron hoy con Irán sobre su programa nuclear arrancaron al régimen islámico la promesa de permitir en las próximas dos semanas la inspección de su planta nuclear clandestina en Qom, además de continuar el diálogo que hoy se relanzó después de quince meses de ruptura.

El G-6 considera indispensable que Irán informe sobre la nueva planta de Qom
El G-6 considera indispensable que Irán informe sobre la nueva planta de Qom

Ginebra.- Las grandes potencias que hablaron hoy con Irán sobre su programa nuclear arrancaron al régimen islámico la promesa de permitir en las próximas dos semanas la inspección de su planta nuclear clandestina en Qom, además de continuar el diálogo que hoy se relanzó después de quince meses de ruptura.

El jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, que encabezó la delegación del G-6 (EEUU, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania) en la reunión de Ginebra, aseguró en conferencia de prensa que Irán ha aceptado "colaborar plenamente y con plena transparencia" con la comunidad internacional respecto a la planta nuclear de Qom.

"Hemos obtenido el compromiso de Irán de cooperar con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Hoy he hablado dos veces por teléfono con su director (Mohamed Al Baradei), para que en la mayor brevedad lleguen los equipos de inspección a Qom", dijo Solana.

El alto representante subrayó que este es el resultado más importante de la cita de hoy, que -admitió- "no significa que todos los problemas se hayan resuelto" pero que significa un nuevo comienzo en las negociaciones para obtener garantías de que Teherán no busca el arma atómica.

El calendario acordado con el representante iraní, Said Yalili, prevé una segunda reunión de las partes "antes de finalizar octubre" también en Ginebra.

Este hecho fue señalado por fuentes diplomáticas como la prueba más evidente de que hay voluntad de diálogo y de cooperación.

Pero en el encuentro se obtuvo un tercer resultado al aceptar el G-6 y Solana una iniciativa del OIEA para que una parte del uranio enriquecido de baja intensidad de Irán sea enviado a un tercer país para ser enriquecido a un mayor nivel y ser devuelto al régimen persa.

Según Solana, Rusia, que ya ha cooperado en el pasado en materia nuclear con Irán, sería probablemente el país que enriqueciera el uranio iraní, que sería enviado de vuelta a una planta existente en Teherán que fabrica isótopos médicos, y que está perfectamente controlado por el OIEA.

El representante europeo destacó la importancia de que, por primera vez, EEUU haya participado plenamente en las negociaciones, en la persona de William Burns, número 3 de la Casa Blanca.

"Esto le da más peso al proceso, y ha contribuido a poder empezar este nuevo proceso intenso de negociaciones", aseguró.

No obstante, Solana no quiso pronunciar la palabra "optimismo", y sólo dijo que "hemos empezado con buen pie, pero nos queda un camino muy difícil".

Acerca de la amenaza de Washington de imponer nuevas sanciones a Irán si de aquí a fin de año no se materializan las promesas de cooperación transparente, dijo que "quedan tres meses para que se ponga de manifiesto la voluntad de compromiso" del régimen iraní.

El negociador iraní, Said Yalili, por su parte, defendió en rueda de prensa el derecho de su país a desarrollar energía atómica con fines pacíficos y defendió que la verdadera amenaza es la proliferación nuclear.

"Ningún país debe tener armas nucleares, pero todos los países deben tener acceso a la energía nuclear con fines pacíficos", subrayó el iraní.

"Ha sido una buena ocasión para relanzar la cooperación y disipar algunos temores", dijo.

"Vivimos en un mundo con amenazas de seguridad reales, como son las cabezas y las ojivas nucleares, y debemos cooperar todos para terminar con esta amenaza", agregó, tras calificar de "terrorismo de los medios" las ideas -que calificó de inventadas- que se publican y difunden sobre la supuesta amenaza iraní.

En relación a esto, un momento de tensión se vivió en la conferencia de prensa de Yalili cuando un periodista israelí le preguntó si podía garantizar al público de ese país que Irán no le iba a atacar.

Tras escuchar la pregunta, el negociador iraní miró hacia otro lado y dijo: "próxima pregunta, por favor", en medio de las protestas del periodista.

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