Río de Janeiro, 20 abr.- El Gobierno brasileño pidió hoy a las autoridades de Río de Janeiro que decreten días festivos durante la conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20, entre el 20 y el 22 de junio, para evitar trastornos a la ciudad.
La ministra de Presidencia, Gleisi Hoffmann, explicó en una rueda de prensa que los objetivos son "no molestar" a los cariocas y evitar "dificultades" logísticas a la cumbre, en la que se espera que participen cerca de cien jefes de Estado y de Gobierno.
El alcalde de Río, Eduardo Paes, accedió a la propuesta, que será votada la semana que viene por la Cámara Municipal, y admitió que sería "muy difícil" realizar el traslado de las delegaciones oficiales con las condiciones normales de tráfico de los días laborables.
Los tres días festivos, unidos al fin de semana colindante, podrían contribuir a que los habitantes de Río se animen a viajar durante la conferencia y puedan alquilar sus viviendas a los visitantes, aumentando la cantidad de camas disponibles durante la cita, uno de los problemas más acuciantes para los organizadores.
El Gobierno brasileño bloqueó cerca del 70 por ciento de la oferta de habitaciones de hotel de cuatro y cinco estrellas de la ciudad durante los tres días de la conferencia para reservarlas para las delegaciones.
A dos meses del inicio de la Río+20 están reservados prácticamente todos los hoteles de la ciudad y de otras urbes cercanas como Petrópolis (a 68 kilómetros) y Mangaratiba (a 100 kilómetros).
Además de la reunión de jefes de Estado, se van a organizar decenas de eventos paralelos, incluida la llamada "Cumbre de los Pueblos" entre el 13 y el 20 de junio, a los que se espera que asistan miles de participantes.
La Alcaldía también estudia organizar una zona de acampada en el parque de la Quinta da Boa Vista, en el centro de Río, donde podrían instalarse centenares de tiendas para los participantes de los eventos paralelos.
La baja oferta hotelera de Río de Janeiro fue citada como un problema cuando la ciudad aspiraba a organizar los Juegos Olímpicos de 2016.
Para esa fecha se espera que se hayan construido nuevos hoteles, que añadan cerca de 10.000 habitaciones a la actual capacidad de la ciudad, que ronda los 33.000 cuartos, lo que incluye desde pensiones hasta moteles.
Durante los Juegos Olímpicos se van a utilizar también varios cruceros transatlánticos alquilados por los organizadores para reforzar la oferta de alojamiento.
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