El Gobierno busca un pacto nacional a cien días de la presidencia europea

  • Madrid.- El Gobierno encara la cuenta atrás de cien días para la presidencia española de la UE con el principal objetivo de lograr un consenso con el PP y el resto de fuerzas políticas, además de recabar apoyos de los socios europeos a las prioridades fijadas para el mandato semestral.

El Gobierno busca un pacto nacional a cien días de la presidencia europea
El Gobierno busca un pacto nacional a cien días de la presidencia europea

Madrid.- El Gobierno encara la cuenta atrás de cien días para la presidencia española de la UE con el principal objetivo de lograr un consenso con el PP y el resto de fuerzas políticas, además de recabar apoyos de los socios europeos a las prioridades fijadas para el mandato semestral.

El Ejecutivo se ha marcado también como reto para las próximas semanas trabajar para que los ciudadanos conozcan el papel que España desempeñará al frente de la UE a partir del 1 de enero de 2010 y las tareas en las que pondrá el foco, como la lucha contra la crisis, el cambio climático o la implantación del Tratado de Lisboa.

"Tenemos que ir todos juntos. La presidencia no es una cuestión de un partido o de un Gobierno, sino de un país. Es algo que nos viene bien a todos y en lo que todo el mundo colaborará", ha explicado a los periodistas el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, coincidiendo con la recta final de cien días al mandato español que se inicia hoy.

Será la cuarta ocasión en la que España presida la UE, después de los precedentes de 1989, 1995 y 2002.

El Gobierno espera contar con el apoyo del PP, con el que ya ha entablado contactos en paralelo a la mesa de diálogo que los populares acordaron ayer, martes, poner en marcha con el PSOE.

En opinión de López Garrido, "el PP ha tenido y tiene una actitud correcta" en relación con la presidencia europea y el Ejecutivo tendrá en cuenta sus propuestas, como las del resto de partidos.

El propio López Garrido ha extendido la oferta de consenso a todas las Comunidades Autónomas y a los agentes sociales, con los que ha mantenido reuniones en los últimos meses.

Al deseo de alcanzar un pacto nacional, se une el objetivo de lograr el respaldo de las grandes potencias europeas a las medidas que planteará en las distintas áreas, que tendrán como denominador común la igualdad y la innovación.

En esta tarea se volcará a partir de octubre el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien proseguirá el próximo lunes en el Reino Unido su ronda de visitas después de las recientes a Francia y Suecia, país que dará el relevo a España.

Zapatero será el encargado de exponer el programa definitivo de la presidencia ante el Congreso a mediados de diciembre, después de que todos los ministros informen de los retos de sus departamentos.

Esta ronda de comparecencias la abrirá la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la segunda quincena de octubre para anticipar el plan de trabajo.

España será sede de más de 300 reuniones, entre ellas, las cumbres con Estados Unidos, América Latina y Marruecos, que se sumarán a las alrededor de 3.000 que se celebrarán en Bruselas.

El presupuesto estimado para la organización de la presidencia rondará los 70 millones de euros, según fuentes del Ejecutivo.

Un aspecto relevante del mandato español será la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, siempre que los irlandeses den su visto bueno en el referéndum del próximo 2 de octubre.

Según López Garrido, el Gobierno "trabaja con la hipótesis del triunfo de un sí", lo que refuerza la necesidad de contar con el máximo apoyo posible para implantar el nuevo marco institucional.

Una de las novedades será el nombramiento de un presidente del Consejo Europeo, que compaginaría la tarea de representación de los jefes de Estado y de Gobierno en las cumbres, lo que correspondería en principio a Zapatero como presidente de turno de los Veintisiete.

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