El gobierno de Tailandia inicia contactos con insurgentes musulmanes

  • El Gobierno de Tailandia inició contactos con grupos insurgentes musulmanes del sur del país, región donde se ha elevado la alerta ante el riesgo de un aumento de la violencia coincidiendo con el final del Ramadán, informaron hoy fuentes oficiales.

Bangkok, 16 ago.- El Gobierno de Tailandia inició contactos con grupos insurgentes musulmanes del sur del país, región donde se ha elevado la alerta ante el riesgo de un aumento de la violencia coincidiendo con el final del Ramadán, informaron hoy fuentes oficiales.

"Ahora mismo estamos manteniendo conversaciones con varios grupos insurgentes pero todavía no tenemos claro lo que quieren", dijo a la prensa el viceprimer ministro, Yutthasak Sasiprapa, quien en abril descartó cualquier diálogo con los milicianos tras unos atentados con bomba que causaron 14 muertos.

Yutthasak, responsable de asuntos de seguridad nacional, indicó que el diálogo se ha mantenido con dos de los principales grupos insurgentes, pero sin llegar aún a una fase de negociaciones.

Mientras, los gobernadores de las sureñas provincias de Pattani, Narathiwat y Yala han recibido instrucciones para elevar la alerta a raíz de unos informes de inteligencia sobre un posible aumento de la violencia hasta el 19 de agosto, día en que termina el Ramadán.

Las autoridades tomaron la medida después de que anoche un profesor muriera tiroteado en Pattani, y tras la explosión esta mañana de una bomba al paso de una patrulla en Narathiwat, de la que salieron ilesos los ocho soldados que formaban el grupo.

Esta tarde, un coche bomba causó daños materiales en una decena de vehículos tras estallar en el aparcamiento de una oficina municipal de un distrito de Pattani.

Los ataques con armas ligeras, asesinatos y atentados con explosivos ocurren casi a diario en las provincias de Pattani, Narathiwat y Yala, a pesar del despliegue de unos 40.000 efectivos de las fuerzas de seguridad y a la declaración del estado de excepción.

Cerca de 5.300 personas han muerto a causa de la violencia en la región desde que el movimiento separatista islámico formado por media decena de grupos reanudó la lucha armada en enero de 2004.

Los insurgentes denuncian la discriminación que sufren por parte de la mayoría budista del país y exigen la creación de un Estado islámico que integre a estas tres provincias, que formaban el antiguo sultanato de Pattani, anexionado por Tailandia hace un siglo.

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