El hito y el triángulo exterior, dos puntos clave en la demanda de Perú

  • La demanda que Perú presentó en 2008 contra Chile tiene como principal objetivo modificar a su favor el límite marítimo, pero en ella incluye además otras dos peticiones que pueden resultar claves en el resultado del juicio: el hito fronterizo y el denominado triángulo exterior.

Fuencis Rausell

Santiago de Chile, 22 mar.- La demanda que Perú presentó en 2008 contra Chile tiene como principal objetivo modificar a su favor el límite marítimo, pero en ella incluye además otras dos peticiones que pueden resultar claves en el resultado del juicio: el hito fronterizo y el denominado triángulo exterior.

Esos dos aspectos, menos conocidos, pueden revestir gran importancia en el desenlace del litigio que se ventila en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.

Sobre todo, porque Chile, que no tiene nada que ganar en esta controversia y en el mejor de los casos puede quedarse tal y como está, corre el riesgo de que el tribunal tienda a un fallo salomónico, que beneficie de alguna manera a los dos países.

"Existe la posibilidad de que se dé un fallo en el cual haya una consideración a alguno de los aspectos que solicita el Perú", reconoció a Efe Juan Gabriel Valdés, ministro de Relaciones Exteriores de Chile en 1999 y 2000.

Sin embargo, la académica Astrid Espaliat, del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, rechaza la creencia de que la Corte afronte los juicios con la idea de que debe dar algo a cada país, independientemente de lo que prueben los Estados.

Fue en 2008 cuando Perú presentó su demanda marítima ante ese tribunal, y finalizadas las presentaciones escritas, en diciembre llegará el momento de los alegatos orales, según anunció hoy la CIJ.

Tras esas audiencias se conocerá el fallo, probablemente en el primer trimestre de 2013.

En su demanda, Perú argumenta que el límite marítimo no está fijado y pide establecer la frontera marítima en una línea equidistante a las costas de ambos países, con lo que ganaría 35.000 kilómetros cuadrados de mar que hasta ahora están bajo soberanía chilena.

Chile, en cambio, defiende que la frontera marítima quedó establecida en el paralelo a través de una declaración de 1952 y de un convenio de 1954, firmados por ambos países y por Ecuador, que Perú respetó durante medio siglo, pero que ahora considera solo acuerdos pesqueros.

"La conducta seguida por Perú confirma, según Chile, la existencia de un acuerdo sobre el límite marítimo, lo que tiene respaldo en el derecho internacional pues la conducta seguida por un Estado, obliga a ese Estado", señala Espaliat.

Pero más allá de esa reivindicación central, Perú pide también proyectar ese límite desde otro punto y tener soberanía sobre un triángulo de mar exterior.

En el primer caso, el límite marítimo actual empieza en el hito número 1, fijado en el paralelo 18º 21' 03'' y acordado mediante un conjunto de actos, especialmente en los años 1968 y 1969, según la argumentación chilena.

En cambio, en su demanda Perú defiende que el límite se debe trazar a partir del punto de La Concordia, fijado en el Tratado de 1929. "La frontera entre los territorios de Chile y el Perú partirá de un punto de la costa que se denominará "Concordia", reza dicho tratado.

Entre la Concordia y el hito número 1, que queda un poco más tierra adentro, hay unos 220 metros de distancia.

"El cuestionamiento de Perú al hito número 1, el punto donde termina la frontera terrestre según Chile, tiene como finalidad debilitar el paralelo, pues éste surge desde ese punto", explica Astrid Espaliat.

Por otra parte, Perú pide también soberanía sobre un triángulo exterior que estaría dentro de las doscientas millas marítimas de su zona económica exclusiva (ZEE), pero fuera de la ZEE de Chile.

Según explicó a Efe una fuente conocedora del proceso que pidió reserva, "la figura toma de base el paralelo del límite marítimo".

"Es decir, si la Corte no reconociera el paralelo como límite marítimo, la pretensión peruana en esta materia desaparece. Por ello, puede ser vista como subsidiaria, esto es, como una alternativa en caso de que Chile obtenga el reconocimiento del paralelo", explica la fuente.

Actualmente, esa área, que abarca unos 28.471 kilómetros cuadrados, constituye una zona de alta mar, y Chile busca que mantenga ese status quo.

Para ello, argumenta que la zona marítima peruana no puede rebasar la latitud limítrofe y se remite a la Declaración de 1952, que señala que las doscientas millas deben extenderse hacia el oeste siguiendo las líneas de los paralelos.

"Eso excluye la posibilidad de que un país lo sobrepase para reclamar un área al sur o al norte de esa líneas", señala esa alta fuente.

Según el excancilller Valdés, si la Corte otorgara a Perú derechos soberanos exclusivos sobre esa zona, "no significaría para Chile ninguna pérdida particular".

"Chile ha argumentado que la lógica de continuidad de su propio territorio marítimo indicaría la necesidad de que eso se mantuviera como alta mar. Pero ahí podría darse un caso en el cual Chile no perdería y al mismo tiempo el Perú ganaría un reconocimiento especial", advierte.

Para Astrid Espaliat, "ese escenario es el menos perjudicial para Chile".

Con todas estas alternativas sobre la mesa, será la Corte quien tenga la última palabra.

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