El horror del ataque del 11-S es rememorado en tribunal de Guantánamo

  • El horror vivido el 11 de septiembre de 2001 dominó este viernes el antejuicio a los cinco acusados en la corte militar de Guantánamo, cerrando una semana de audiencias que se vieron enlentencidas por asuntos lejanos a lo ocurrido 14 años atrás.

Los denominados los "cinco 9-11", los hombres acusados de los atentados que mataron a unas 3.000 personas, acudieron a la corte esta semana para audiencias previas a un juicio que podría tomar muchos años.

Este proceso es uno de los más largos en la historia estadounidense, y las acusaciones contra el gobierno por malas praxis con los detenidos desde que fueron capturados a inicios de 2000, han obstaculizado los intentos de los fiscales de llevar el caso a juicio.

El paquistaní Jalid Sheij Mohamed, quien públicamente admitió ser el principal organizador de los atentados, su sobrino Ali Abd al Aziz Ali, los yemeníes Walid bin Attash y Ramzi Binalshibh, y el saudita Mustafá al Hawsawi enfrentan la pena de muerte si son declarados culpables.

El fiscal acusador, Bob Swann, rechazó durante las audiencias que la defensa presentara una moción para que el caso sea anulado, argumentando que el presidente Barack Obama y otros altos funcionarios han dado declaraciones en las que aparentemente se da por sentado que los acusados ya están declarados culpables.

"Este proceso está minado por el olor pútrido de todas las influencias de las que ha sido objeto", dijo Walter Ruiz, abogado defensor de Al Hawsawi.

Pero Swann criticó esos argumentos: "Es de esperar que el líder de esta nación (...) tenga algo que decir cuando 19 hombres secuestran aviones y los estrellan contra edificios".

"Nadie puede ni debería pensar que el presidente de Estados Unidos deba mantenerse en silencio cuando 2.976 valiosas vidas han sido robadas", expresó.

Swann describió "el shock y sufrimiento sin precedentes" causados por el 11-S y utilizó un lenguaje muy gráfico para relatar las muertes de cientos de socorristas y víctimas.

La defensa también presentó una larga lista de reclamos sobre el comportamiento del gobierno, empezando por la tortura a sus clientes en los primeros años de captura, o denunciando que las reuniones entre defensores y acusados hayan sido escuchadas con micrófonos.

La defensa espera al menos lograr disuadir al juez del caso, James Pohl, de sentenciar la pena de muerte.

Las audiencias de antejuicio de esta semana estuvieron dominadas por la cuestión de si guardias mujeres deberían escoltar a los presos, que en su condición de musulmanes lo consideraron inapropiado.

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