El juicio Mills contra Berlusconi llega a su fin con una esperada sentencia

  • El juicio Mills contra Silvio Berlusconi llega a su fin mañana, cuando se espera que los magistrados del Tribunal de Milán dicten la sentencia por el caso, en el que el ex primer ministro italiano está acusado de corrupción en acto judicial.

Roma, 24 feb.- El juicio Mills contra Silvio Berlusconi llega a su fin mañana, cuando se espera que los magistrados del Tribunal de Milán dicten la sentencia por el caso, en el que el ex primer ministro italiano está acusado de corrupción en acto judicial.

La última audiencia del juicio en primer grado, que se ha venido celebrando desde marzo de 2007, está previsto que comience en torno a las 09.30 hora local (08.30 GMT) y que en ella los abogados de Berlusconi, Piero Longo y Niccolò Ghedini, pronuncien su alegato final en defensa de "il Cavaliere".

Una vez que concluya la exposición final de los abogados, los jueces pasarán a reunirse a puerta cerrada para deliberar sobre la sentencia del caso, que pueden anunciar mañana mismo en una comparecencia en la que se permitirá la presencia de fotógrafos y cámaras de televisión.

El caso Mills, llamado así por el letrado británico David Mills, juzga el supuesto pago de unos 600.000 dólares por Berlusconi al abogado a cambio de su testimonio favorable en dos juicios en los que resultó absuelto el ex primer ministro en la década de 1990.

El proceso, que comenzó con el propio Mills también como imputado, tuvo que ser dividido en dos juicios paralelos en 2008 debido a que una ley de inmunidad, el ya invalidado "Laudo Alfano", permitió que quedara suspendido el caso contra Berlusconi, entonces jefe de Gobierno.

El juicio contra Mills continuó de modo normal y el abogado británico fue condenado en 2009 a 4,5 años de cárcel por corrupción en acto judicial en primera y segunda instancia, pero el Tribunal Supremo italiano declaró prescrito el delito en 2010 (justo mañana hace dos años), lo que podría ocurrir también con Berlusconi.

De hecho, la cuestión de la prescripción es la mayor incógnita de cara a la resolución del caso, pues para los abogados de Berlusconi el supuesto delito prescribió el pasado 3 de febrero, mientras que el fiscal Fabio de Pasquale, que pide cinco años de cárcel para el ex primer ministro, sostiene que no lo hará antes de mayo próximo.

La diferencia entre uno y otro plazo estriba en cuándo se considera que se cometió el supuesto delito, si cuando al abogado se le ofreció el dinero de ese posible soborno o cuando realmente pudo disponer de él, y a los parones en el tiempo de prescripción que se establecieron mientras el juicio estuvo suspendido por las leyes de inmunidad.

Todo apunta a que la sentencia declarará la prescripción, aunque se hará a Berlusconi responsable de esa supuesta corrupción, pues quien fue objeto de la misma, David Mills, ya fue condenado, reconociendo los jueces entonces que el delito existió.

En todo este tiempo, Berlusconi ha asegurado que no recuerda haber conocido a Mills porque era uno de los muchos abogados que el grupo Fininvest (de su propiedad) tenía en el extranjero, y que los 600.000 dólares corresponden al pago en dinero negro al letrado por parte de un armador italiano para eludir al fisco británico.

Durante el juicio, ese armador, Diego Attanasio, negó todos los argumentos esgrimidos por la defensa de Berlusconi y afirmó que el dinero que recibió Mills no era suyo.

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