Almería, 23 ene.- Un jurado popular ha declarado por unanimidad culpable de un delito de asesinato con varios agravantes a Francisco A.G.T., de 51 años, por apuñalar mortalmente a su mujer en su domicilio conyugal en Albox (Almería), en mayo de 2009.
El jurado ha hecho lectura esta noche de su veredicto ante un tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería presidido por el magistrado Jesús Martínez Abad, tras el juicio que comenzó el lunes de la semana pasada.
Tras la lectura del veredicto, en el que se reconocen los agravantes de abuso de superioridad, alevosía y parentesco, el tribunal deberá dictar sentencia en los próximos días.
El Fiscal, que en principio había calificado los hechos de homicidio, ha solicitado finalmente, de acuerdo al veredicto, una pena de veintiún años de cárcel, diecinueve por el asesinato y dos más por tenencia ilícita de armas, ya que el acusado utilizó en el crimen una navaja automática, cuyo uso está prohibido en España.
Asimismo, ha pedido una indemnización de 120.000 euros para cada una de las dos hijas que la mujer, de 42 años, tenía en común con su marido.
La acusación particular, ejercida por el abogado Fernando Domene, ha mantenido su petición de veinticinco años por asesinato con varias circunstancias agravantes y otros tres por la tenencia ilícita, y ha solicitado una indemnización de 320.000 euros para cada una de las dos hijas.
La defensa del acusado ha pedido que se tengan en cuenta las "circunstancias personales" de su representado, como hombre "trabajador" que nunca antes había tenido problemas con la justicia, y ha pedido que se le imponga la pena mínima por asesinato, es decir, quince años de prisión.
Durante la primera sesión del juicio, el acusado admitió ser el responsable de la muerte y aseguró estar "muy arrepentido" y "apenado", si bien dijo que no se acordaba de nada de lo ocurrido durante el forcejeo que terminó con el apuñalamiento de su mujer.
El hombre, camionero de largas distancias, explicó que aquél día estaba "muy cansado" y había consumido "mucha cafeína", y que su mujer le había planteado el divorcio y llegó a decirle que "ya tenía a otro".
El acusado, quien afirmó que su mujer le escupió a la cara, dijo que "perdió la cabeza" y que no recuerda "nada" de lo ocurrido durante el forcejeo que terminó con el apuñalamiento de la mujer hasta en tres ocasiones, en el tórax y el abdomen.
Durante el juicio, el acusado negó que hubiera sometido a la mujer a malos tratos físicos y psíquicos en reiteradas ocasiones, como mantuvo la acusación particular.
No obstante, el jurado ha recordado en el objeto de veredicto que las hijas afirmaron haber visto a su madre con varios hematomas en los brazos.
El jurado también ha rechazado que el acusado estuviera en el momento del suceso "fuera de control", ya que tanto los agentes de la Guardia Civil que le tomaron declaración como el médico forense que le examinó dijeron que estaba "tranquilo y sereno".
Asimismo, ha destacado el jurado que los peritos no observaron indicios de lucha en la vivienda, lo que reafirma la idea de que hubo abuso de superioridad.
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