El nuevo embajador de Libia llega a España

Madrid, 1 ene.- El nuevo embajador de Libia en España, Mohamed Al Fakih Saleh, ha llegado a Madrid para incorporarse al puesto, que permanecía vacante desde el pasado mes de junio, cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores español expulsó al anterior jefe de la misión diplomática por ser leal a Muamar al Gadafi.

La llegada a Madrid de Al Fakih Saleh culmina el proceso de normalización de las relaciones entre España y Libia después de la caída del régimen de Gadafi y la instauración del Gobierno del Consejo Nacional Transitorio (CNT) libio.

El nuevo embajador aterrizó hace unos días en Madrid después de que el 12 de diciembre jurara su cargo en Trípoli ante el presidente del CNT, Mustafa Abdelyalil, informaron a Efe fuentes diplomáticas.

Al Fakih Saleh es funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores libio, donde ha ocupado diversos cargos, entre ellos, en el departamento de asuntos europeos.

A su trayectoria profesional une su afición a la poesía, género en el que ha publicado varios libros.

El Gobierno español reconoció al CNT como representante legítimo del pueblo libio el pasado 8 de junio, cuando la entonces ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, viajó a Bengasi, entonces capital de facto de la zona controlada por los rebeldes.

Desde el comienzo del conflicto a mediados de febrero, el Ejecutivo español se alineó con los insurgentes, aunque no fue hasta junio cuando tomó la decisión de expulsar al embajador libio al considerar que el régimen de Gadafi había perdido "toda legitimidad por la continua represión" ejercida contra la población civil.

A pesar de la expulsión del embajador, la oficina diplomática libia se había mantenido operativa con un encargado de negocios al frente.

Al Fakih Saleh entregará en próximas fechas al rey Juan Carlos I las cartas credenciales en el tradicional acto que tiene lugar en el Palacio Real.

Las nuevas autoridades libias ya han manifestado su interés en intensificar la relación bilateral y en que las empresas españolas inviertan en su país en sectores clave para la reconstrucción, como la energía y las infraestructuras.