El obispo alemán acusado de despilfarro viajará al Vaticano entre presiones

  • El obispo alemán Franz-Peter Tebartz-van Elst, objeto de una fuerte controversia en su país por presunto despilfarro, viajará próximamente al Vaticano, mientras crecen las presiones para que presente su renuncia ante el papa Francisco.

Berlín, 12 oct.- El obispo alemán Franz-Peter Tebartz-van Elst, objeto de una fuerte controversia en su país por presunto despilfarro, viajará próximamente al Vaticano, mientras crecen las presiones para que presente su renuncia ante el papa Francisco.

El prelado de Limburg (oeste de Alemania) viajará "en el curso de la semana" a Roma, indicaron hoy fuentes de su diócesis, sin precisar la fecha.

El diario "Frankfurter Allgemeine Zeitung" había afirmado que pensaba hacerlo este sábado, dos días antes de la llegada a la Santa Sede del presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Robert Zollitsch, para abordar la cuestión con Francisco.

Zollitsch se distanció en los días pasados del obispo y mostró su "extrañeza" por los costes derivados de la construcción de su nueva residencia en Limburg -31 millones de euros- y demás escándalos que rodean al prelado, entre ellos un presunto viaje de lujo a India.

Según el rotativo, el objetivo del obispo es hacer valer sus influencias en la Curia, donde cuenta con el favor del prefecto de la Congregación de la Fe, el arzobispo Gerhard Ludwig Müller, quien habló de una "campaña" de hostigamiento en su contra.

Zollitsch expresó esta semana su "profunda preocupación" por el caso del obispo, cuyo estilo de vida ha sido tachado en el seno de la Iglesia alemana de pomposo y de estar en clara discrepancia con el precepto de modestia defendido por Francisco.

El jefe de la Conferencia Episcopal añadió que abordaría la cuestión con el papa y recordó que no entra en sus competencias "pedir" la renuncia de un obispo, sino que ello debe ser una elección personal del afectado o una "decisión de Su Santidad".

En el seno de la propia Iglesia católica alemana se han sucedido en los últimos días las críticas y peticiones de renuncia del obispo, tras conocerse que los costes de la residencia que se está construyendo saltaron de los cinco millones iniciales a 31 millones.

A ello se sumó hoy la demanda interpuesta por la vía penal por la fiscalía de Hamburgo por una declaración jurada falsa sobre un viaje en primera clase para visitar los suburbios de Bangalore.

Dicha declaración tuvo lugar durante un juicio civil en la Audiencia provincial de esta ciudad-estado entre el semanario "Der Spiegel" y el obispo.

El religioso negó ahí que los periodistas de la revista le hubieran preguntado si había volado en primera clase en un viaje a India y también que él hubiera respondido, como publicó el semanario, "viajamos en clase business".

El Vaticano, alertado de sus excesos, envió el pasado septiembre a un emisario a Limburg para entrevistarse con el prelado.

La polémica en torno al obispo se produce en un momento de gran preocupación en la Iglesia por el alto número de bajas de fieles.

La Iglesia Católica tiene a unos 24,5 millones de fieles en Alemania, aproximadamente 700.000 más que la Evangélica, aunque en ambas confesiones se producen anualmente unas 125.000 apostasías.

Según el "Frankfurter Allgemeine Zeitung", desde que estalló el escándalo se han multiplicado las apostasías, tanto en la diócesis del prelado como en el resto del país.

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