El parche pirata, un complemento cargado de valentía y coquetería

  • Pilar Martín.

Pilar Martín.

Madrid, 27 abr.- La literatura, el cine o el arte han mostrado a lo largo de la Historia a muchos personajes con un parche en un ojo, un complemento que han incorporado a su imagen pública el torero Juan José Padilla o la piloto María de Villota y que, apostando por la coquetería, los lucen a juego con su indumentaria.

Al torero jerezano Juan José Padilla ahora le llaman el "pirata de los ruedos", y se lo merece. No sólo por lucir un parche en su ojo izquierdo, tras sufrir en 2011 una grave cornada en la plaza de toros de Zaragoza, sino también por ser como esos hombres que surcaban los mares en busca de tesoros: un valiente.

Valeroso porque "Marqués", un morlaco de 500 kilos, no consiguió quitarle las ganas de seguir pisando plazas.

"Sabía que el torero salvaba al hombre tras la situación tan angustiosa que viví después de la cornada, sobre todo cuando veía a compañeros míos que lloraban al verme la herida", ha contado a Efestilo el matador.

Y así, tras tomar esa decisión, pero aún con una "herida desagradable" que le marcaba la cara, a su vida llegó el parche.

"El primero me lo regaló el ganadero de la ganadería del toro que me pegó la cornada, pero era bastante grande, de plástico y no se adecuaba a lo que yo quería", ha detallado el torero.

Al poco tiempo, su gran amigo, el torero Morante de la Puebla, le habló de Adriana Eslava, hija del torero colombiano Pepe Cáceres, quien desde los 23 años luce un parche en su ojo derecho tras sufrir un atentado.

"Ella se confeccionó sola su primer parche de tela tras el atentado -ha contado- y ha ayudado a mucha gente. Morante contactó con ella y me hizo uno".

A partir de aquí, Padilla fue perfeccionando el "arte pirata" hasta llegar a tener su "propio museo de parches", muchos de ellos cosidos por él mismo.

"Al principio sí que cambiaba de colores, tenía algunos de tipo cacería, otros deportivos, de ropa vaquera, pero luego decidí marcar tendencia y llevarlo a lo pirata, en negro".

La piloto de F1 María de Villota los prefiere rojos o azules, aunque también los tiene negros porque, según ha confesado a Efestilo, "combinan con todo".

Eso sí, en su colección tampoco faltan modelos con estampados de "escamas de pez" o "tipo Chanel".

"¡Ya que lo tienes que utilizar, échale imaginación!", ha exclamado.

Ironías de la vida, la velocidad no fue la que, en 2012, cambió la vida a esta piloto madrileña, sino un choque contra la rampa elevadora de un camión de apoyo de su escudería, "Marussia".

"Con el impacto perdí todos los nervios de la parte frontal derecha y también perdí la sien muscular, entonces me quedaban dos opciones, o llevar el parche o pasarme la vida con unas gafas de sol", ha detallado, al tiempo que se señalaba su "ojillo izquierdo", ese que esta mujer con mayúsculas necesita porque "es muy expresivo" y le sirve para "comunicar".

Y por eso, por no tapar su ojo izquierdo, De Villota ha narrado que sólo es capaz de llevar gafas de sol "un ratito y si hace sol", y luego se vuelve a "enfundar" el parche.

"Soy yo, y no tengo nada que esconder, al revés, estoy orgullosa de lo que ha sido mi vida", ha concretado.

Un orgullo que intenta transmitir a otras mujeres que, al igual que ella, han perdido un ojo. Y por eso se lamenta de que no sea fácil encontrar parches, y haya que acudir a costureras para que te hagan uno a tu medida y gusto.

Precisamente de un retal de tela azul que tenía la modista de su familia, Maribel, salió el primero que lució, y que a día de hoy es su "favorito".

A la nadadora española María Teresa Perales el revés físico le llegó a los 19 años, ella no perdió parte de su visión, sino su movilidad en las piernas.

Pero esto no fue óbice para emprender una exitosa carrera deportiva, que le ha llevado a conseguir 22 medallas olímpicas, ser madre y seguir luciendo los mismos tacones que vestía cuando caminaba.

"¿Si vas en silla de ruedas no se puede llevar tacones? Pues claro que si, yo llevo tacones de aguja, pantalones de todo tipo, faldas, es lo mismo que estar de pie, pero yo estoy sentada", ha contado a Efestilo Perales, elegida por las Cortes de Aragón candidata al Premio Príncipe de Asturias de Deportes.

Perales desprende el mismo vitalismo que Padilla y Villota, pero ella saca su lado más sarcástico para hablar de su enfermedad: "A mi lo que me gustan son los taconazos de aguja, los luzco bastante bien y, además, tengo suerte porque no puedo torcerme el pie".

Padilla, De Villota y Perales son tres ejemplos de superación, de cómo la vida, aunque parezca imposible, siempre da la oportunidad de reinventarse.

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