El periodista Julián Barriga sitúa a Suárez a la altura de Cánovas y Sagasta

Mérida, 22 mar.- El periodista extremeño José Julián Barriga, director general de Relaciones Informativas con Adolfo Suárez, ha considerado hoy que éste es ya una figura histórica al máximo nivel que han tenido los políticos en la España contemporánea, como el conservador Cánovas o el liberal Sagasta.

En declaraciones a Efe, Barriga ha indicado que Suárez es el paradigma del consenso y la concordia y aúna en su figura el contrasentido de la alabanza y el ataque personal.

En la historia quedará, a su juicio, como el componedor de grandes consensos en tiempos muy difíciles, ya que supo conciliar las dos Españas.

No obstante, ha planteado que su futuro prestigio estará determinado por cómo la clase política actual solucione conflictos aún pendientes, como el modelo territorial, la honorabilidad de los políticos o el papel de instituciones como la Monarquía.

Barriga, al que Suárez conocía como cronista de Las Cortes, fue llamado para organizar la labores informativas de Moncloa y lo primero que hizo fue preparar el referéndum de la Constitución.

Entre 1978 y 1981, cuando dimitió Suárez, fue jefe de los Servicios Informativos de la Presidencia del Gobierno y director general de Relaciones Informativas.

En esta etapa conoció a un Suárez "contradictorio", la actividad y vitalidad impresionante del principio dio paso a una fase en la que se va deteriorando, posiblemente, según Barriga, fruto de los esfuerzos personales que tuvo que hacer en esos años vertiginosos y los ataques furibundos que sufrió.

Ahora que se escuchan tantos elogios de su figura, ha subrayado que los que estuvieron cerca de él no pueden olvidar los ataques de la clase política y de los poderes fácticos procedentes de la Dictadura, del poder financiero, de cierta clase empresarial y del estamento militar.

Barriga, que creó la Secretaría de Estado para la Información, ha destacado que en la distancia corta Suárez era un hombre de un gran atractivo y calidad humana.

Una imagen que tiene grabada este veterano periodista es la "visión patética" de la soledad de Suárez en su despacho, después de ganar la moción de confianza, cuando su partido prácticamente le había abandonado, y la ausencia de cualquier interlocutor.

Una de las cosas que más estima de aquella etapa es una foto con Suárez con una dedicatoria muy cariñosa del político abulense.

Con el tiempo la tinta se fue borrando y cuando acudió a Suárez para que le rehiciera, ha recordado hoy, su secretaría le comunicó que ya no estaba en condición de recibirle.