El pp evita comparecer en rueda de prensa tras reunir al comité de dirección


El Partido Popular evitó este lunes comparecer en rueda de prensa, en medio del escándalo político por el 'caso Bárcenas', a pesar de que reunió al Comité de Dirección y de que a continuación siempre suele comparecer algún responsable para dar explicaciones de los acuerdos adoptados.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tenía convocada a las once de la mañana una cita con los tres vicesecretarios generales y con los portavoces parlamentarios, como suele hacer cada semana. Rstuvieron reunidos durante algo más de hora y media pero, a su término, se decidió que nadie compareciera en rueda de prensa.
Lo habitual es que la propia Cospedal o alguno de los vicesecretarios se encarguen de contar cada lunes lo acordado y fijar posición ante los medios de comunicación sobre los distintos temas de actualidad.
La propia Cospedal fue la encargada el pasado lunes de atender las preguntas de los periodistas, especialmente sobre el despido del extesorero Luis Bárcenas. Fue entonces cuando la 'número dos' de los populares aseguró que se había pagado un "finiquito en diferido" a Bárcenas a lo largo de más de dos años modo de "simulación" de salario.
Desde entonces, nadie del PP ha vuelto a dar explicaciones en la sede del partido. Se esperaba que este lunes se confirmara qué va a pasar con las demandas anunciadas contra el propio Bárcenas y varios medios de comunicación por publicar los papeles de la supuesta contabilidad oculta y los presuntos sobresueldos a dirigentes de la cúpula.
Sin embargo, el PP prefirió no salir en rueda de prensa y dejó que el portavoz adjunto en el Congreso de los Diputados Rafael Merino saliera ante los medios de comunicación para valorar el dato del paro, que aumentó en el mes de febrero en casi 60.000 personas.
Hace dos semanas tampoco hubo rueda de prensa del PP en la sede nacional, pero en aquella ocasión ni siquiera hubo reunión del Comité de Dirección. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, no convocó la cita porque tenía previsto otro acto en Castilla-La Mancha como presidenta de esta comunidad.
DIVISIÓN INTERNA EN EL PP
La decisión de no dar explicaciones en la sede nacional del PP se produce justo después de que la agencia Servimedia informara este fin de semana de que los tres vicesecretarios generales del PP, Carlos Floriano, Javier Arenas y Esteban González Pons, han decidido tomar distancias en el 'caso Bárcenas' y dejar que sea Cospedal la que lleve las riendas a la hora de dar explicaciones.
Todo se debe a la creciente desconfianza que el asunto está generando entre los máximos dirigentes del PP, que se responsabilizan unos a otros por los escándalos del extesorero y por las explicaciones contradictorias que se han dado en los tres últimos años.
Fuentes de cúpula precisaron a Servimedia que una mayoría de responsables del partido considera que el PP "se ha equivocado" desde el principio en la gestión de este asunto y acusa a Cospedal de "meter la pata" en varias ocasiones a lo largo del último mes y medio, desde que el 16 de enero se supo que Luis Bárcenas tenía una cuenta en un banco de Suiza con 22 millones de euros.
La estrategia del PP siempre ha sido la misma: negar toda relación con Bárcenas y defender la limpieza de sus cuentes. Sin embargo, los argumentos utilizados han variado sustancialmente a medida que se conocían nuevos datos. Del "no me consta" que Carlos Floriano utilizó el primer día se ha pasado a reconocer que el extesorero siguió cobrando hasta el mes de enero para simular un "despido diferido".
La comparecencia de María Dolores de Cospedal en la sede del partido del pasado lunes acabó con la paciencia de algunos compañeros de la dirección y muchos de los altos cargos que integran el Comité Ejecutivo Nacional y la Junta Directiva del PP.
CRITICAS A COSPEDAL
Se quejan de que ella es "la única" que recibe información de primera mano de la actual tesorera, Carmen Navarro, y ni siquiera así fue capaz de explicar de forma convincente la relación laboral que existía entre Luis Bárcenas y el partido desde el año 2009.
Creen imperdonable que se le escapara que la relación laboral con Bárcenas era una "simulación" de salario o de despido, ya que así ha dejado por los suelos la credibilidad del PP y ha puesto de manifiesto que los argumentos utilizados en las últimas semanas "eran mentiras".
En público, ningún miembro de la dirección nacional cuestiona el papel de Cospedal, conscientes del poder interno que acumula desde que Mariano Rajoy llegó a La Moncloa en diciembre de 2011 y delegó en su 'mano derecha' todas las decisiones que se adoptan en la sede de la calle Génova 13. Pero la sinceridad vuela de boca en boca en las conversaciones privadas que mantienen los dirigentes sobre la gestión del 'caso Bárcenas'.
EL CULPABLE ES ARENAS
Entre los defensores de Cospedal también existe cierto enfado por el modo en que se están comportando otros dirigentes. Aseguran que todo lo que está sucediendo ahora es "responsabilidad" de Javier Arenas, al que señalan como responsable de la negociación que en 2010 se emprendió con Luis Bárcenas para que se apartara del partido.
Las fuentes consultadas aseguran a Servimedia que Cospedal se mantuvo entonces al margen porque hacía poco más de un año que había aterrizado en su despacho de Génova 13 y aceptó que Mariano Rajoy se inclinara por Javier Arenas para pactar un finiquito con Bárcenas.
Aunque Cospedal controló por aquel entonces el nombramiento de Carmen Navarro como gerente y el ascenso hace apenas un año a tesorera, ahora afirma que no tenía constancia del acuerdo que Arenas pactó con Bárcenas y, por eso, no ha estado todo lo acertada que debería en las últimas semanas.
También se admite que no existe ningún papel escrito del acuerdo alcanzado con el extesorero y se culpa expresamente al vicesecretario de Política Autonómica y Local de haberse conformado con la palabra de Bárcenas, dado que ahora le ha permitido presentar en los juzgados una demanda por despido improcedente.
La realidad es que el ambiente interno es de desconfianza creciente entre los máximos dirigentes, a lo que se suma el hecho de que el Gobierno de Mariano Rajoy no quiera saber nada del asunto. El equipo del presidente asegura que él está plenamente dedicado a las reformas económicas que debe poner en marcha para sacar a España de la crisis y eso es más importante que los problemas que tenga el PP.
La vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, ha visualizado esa actitud en las ruedas de prensa de los viernes posteriores al Consejo de Ministros, en las que desvía todas las responsabilidades y todas las explicaciones sobre Bárcenas al partido y, en particular, a la secretaria general, María Dolores de Cospedal.

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