Madrid.- El portavoz de Exteriores del PP en el Congreso, Gustavo de Arístegui, ha calificado hoy de "positiva" la iniciativa del jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de viajar a Túnez, aunque ha considerado que el momento "no era el más adecuado" por la fragilidad del gobierno local de transición.
De Arístegui, en declaraciones a Efe, ha afirmado que su partido, "más que apoyar, entiende" que Zapatero haya querido ir a Túnez para apoyar el proceso de reformas y el fortalecimiento de sus instituciones.
No obstante, ha puesto en duda que hoy fuese el día idóneo, puesto que el primer ministro interino, Beyi Said Essebsi, tomó posesión del cargo el pasado domingo y varios ministros han dimitido esta semana.
"El viaje (de Zapatero) es una iniciativa importante, positiva, de la que no haremos crítica, pero no sé si el momento era el más adecuado", ha opinado el diputado del PP.
A su juicio, "habría que haber esperado hasta que hubiera un interlocutor claro y visible", a la vista de que la situación en Túnez es "muy inestable".
El jefe del Gobierno es el primer líder europeo que ha viajado a Túnez tras el derrocamiento de Zine el Abidín Ben Alí, después de que lo hiciera la alta representante de la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton.
Además de con Essebsi, Zapatero se ha reunido con el presidente interino, Fuad Mebaza, a quienes ha ofrecido una línea de créditos reembolsables de 300 millones de euros y el envío de aviones y barcos para trasladar a los refugiados que llegan desde Libia.
De Arístegui ha considerado también importante que España coopere en la formación de las nuevas clases políticas tunecinas para que pueda cuajar una verdadera democracia.
Sobre la situación en Libia, el portavoz del PP ha criticado que las instituciones internacionales estén actuando con tanta lentitud ante la represión ordenada por el líder Muamar el Gadafi, que ha provocado la muerte de centenares de civiles y el éxodo de miles de refugiados.
De Arístegui ha defendido el "derecho a la injerencia humanitaria" y la articulación de medidas para que organismos como la ONU puedan dar una respuesta "firme, contundente, clara y eficaz" a casos como el de Libia.
"Hasta ahora, se ha actuado inspirados por el miedo. No se puede tardar diez días en responder a la masacre del pueblo libio. Es un disparate", ha resumido.
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