Nicosia, 5 sep.- El presidente de Chipre, Dimitris Christofia, negó hoy cualquier tipo de responsabilidad política en relación a la explosión en una base naval chipriota el pasado julio, que causó la muerte de 13 personas y dañó la principal planta eléctrica del país, lo que agravó la crisis económica de la isla.
En su declaración ante la comisión encargada de aclarar las causas de la explosión, Christofias reiteró su desconocimiento sobre la peligrosidad de la carga almacenada.
El mandatario chipriota, tanto en su discurso inicial como en sus respuestas al presidente de la comisión, Polis Poliviou, dijo que los ministros responsables del almacenamiento "nunca" le "informaron de la peligrosidad de su contenido".
El material explosivo almacenado en la base naval chipriota dentro de 98 contenedores fue requisado en enero de 2009 al barco "Monchegorsk", que zarpó de Irán con rumbo a Siria y cuyo cargamento se intervino por violar las sanciones internacionales contra Teherán.
El Parlamento de Chipre aprobó a finales de agosto el primer plan de austeridad por un total de unos 600 millones de euros, para reducir el déficit y evitar tener que recurrir a la ayuda externa de sus socios del Eurogrupo y la Unión Europea (UE).
Con el programa de ahorro, el Gobierno aspira a reducir el déficit este año hasta el 5,5 % del Producto Interior Bruto (PIB), desde el 6-6,5 % actual, para situarlo por debajo del 3 % en 2012 y alcanzar el equilibrio presupuestario en 2013, según el ministro chipriota de Economía, Kikis Kazamias.
Chipre, miembro de la UE desde 2004 y de la eurozona desde 2008, afronta una seria crisis económica, agravada tras la explosión, que dañó la principal planta eléctrica del país.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios