El presidente de Hungría firma la Constitución que entrará en vigor en 2012

  • Budapest.- El presidente de Hungría, Pál Schmitt firmó hoy la nueva y polémica Constitución magiar, tras ser aprobada por el Parlamento hace una semana y que entrará en vigor el 1 de enero de 2012 a pesar de las fuertes críticas que suscita dentro y fuera del país.

El presidente de Hungría firma la Constitución que entrará en vigor en 2012
El presidente de Hungría firma la Constitución que entrará en vigor en 2012

Budapest.- El presidente de Hungría, Pál Schmitt firmó hoy la nueva y polémica Constitución magiar, tras ser aprobada por el Parlamento hace una semana y que entrará en vigor el 1 de enero de 2012 a pesar de las fuertes críticas que suscita dentro y fuera del país.

Con la adopción de la nueva Carga Magna, que es "húngara, nacional, moderna y europea", el año de 2011 "será importante para toda la nación", declaró el jefe del Estado tras estampar su firma en el documento en el Palacio Sándor de Budapest, la sede presidencial, en un acto que fue transmitido en directo por la televisión pública.

La nueva ley fundamental fue aprobada por los diputados del gobernante y conservador Fidesz, el partido dirigido por el primer ministro Viktor Orbán, que tras arrasar en las elecciones legislativas del año pasado cuentan ahora con dos tercios de los escaños parlamentarios.

El Fidesz "no preguntó a los electores si quieren o no una nueva ley fundamental", criticó Attila Mesterházy, presidente de la oposición socialista, en un comunicado publicado hoy al mediodía, coincidiendo con el acto de la firma del documento por parte del presidente.

Para Mesterházy, la adopción de la nueva Carta Magna es una muestra del "antidemocrático uso del poder".

La principal crítica frente a la nueva Carta Magna es que fue redactada por un solo partido, el Fidesz, y que limita las competencias del Tribunal Constitucional.

Modifica además el proceso de aprobación de muchas leyes, pues se establece como requisito la necesidad de ser aprobadas por dos tercios de los votos del Parlamento, lo que significará una traba para los próximos gobiernos cuando quieran modificar leyes como las de políticas familiares o los sistemas impositivo y de pensiones, entre otros.

La Constitución también ha sido duramente criticada por algunos socios de la Unión Europea (UE), cuya presidencia rotativa detenta este semestre Hungría.

Tras ser adoptada la Constitución en el Parlamento, el secretario de Estado alemán Werner Hoyer opinó que la consideraba "difícilmente compatible con los valores europeos", un comentario que fue rechazado por el gobierno húngaro como un intento de injerencia en los asuntos internos del país.

Desde el punto de vista de las relaciones exteriores, la principal controversia afecta a las comunidades magiares en otros países, como Eslovaquia, donde viven 500.000 ciudadanos de origen húngaro, que con la nueva ley podrían obtener la nacionalidad magiar.

"Hungría, guiada por el ideal de la nación húngara, asume la responsabilidad de todos los húngaros que viven en el extranjero", establece el nuevo texto.

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