Taipei.- El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, en línea con su actitud amistosa con China, hizo hoy un llamamiento sin críticas a Pekín para que cure las cicatrices de los históricos incidentes de la plaza de Tiananmen, en los que hace 21 años murieron cientos o miles de estudiantes.
El primer mandatario isleño animó a Pekín a afrontar con valentía los sucesos de violación de derechos humanos y que tome las medidas para curar esas heridas.
"Es necesario recuperar la confianza del pueblo por medio de la paciencia y tolerancia", señaló Ma, en su boletín electrónico, sobre lo ocurrido el 4 de junio de 1989, fecha en la que el Ejército chino aplastó violentamente una protesta por la democracia.
Ma dijo que Pekín puede tomar como referencia el ejemplo de Taiwán en su manejo del incidente del 28 de febrero de 1947, en el que el Ejército del Kuomintang aplastó violentamente una revuelta popular, causando miles de muertos.
El Gobierno isleño ha pedido perdón y compensado a las víctimas y descendientes, y conmemora anualmente ese día.
El presidente Ma, a diferencia de su antecesor, Chen Shui-bian, ha evitado antagonismos con China desde su subida al poder en mayo de 2008.
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