El primer ministro designado libanés ya tiene definida la lista de su Gobierno

  • Beirut.- El primer ministro designado del Líbano, Saad Hariri, anunció hoy que ya tiene definida la lista del gobierno que quiere formar, un paso clave para poder cerrar la crisis política que se arrastra desde hace varias semanas.

El primer ministro Hariri presenta una lista preliminar de su Gobierno al presidente libanés
El primer ministro Hariri presenta una lista preliminar de su Gobierno al presidente libanés

Beirut.- El primer ministro designado del Líbano, Saad Hariri, anunció hoy que ya tiene definida la lista del gobierno que quiere formar, un paso clave para poder cerrar la crisis política que se arrastra desde hace varias semanas.

Hariri hizo este anuncio tras reunirse hoy con el presidente Michel Suleiman en la residencia veraniega de Beitenide, al culminar más de dos meses de gestiones para formar gobierno desde que fue designado primer ministro, el 27 de junio pasado.

Según dijo Hariri a los periodistas, la lista mantiene un equilibrio entre todos los grupos libaneses y tiene en cuenta los resultados de las elecciones del 7 de junio, que dieron la victoria a la coalición que preside.

El primer ministro designado anunció en una rueda de prensa que ofreció tras reunirse con Suleiman que su propuesta está basada en la fórmula aceptada por todos los grupos parlamentarios y que establece quince ministerios para la mayoría, diez para la oposición y cinco de designación presidencial.

Hariri no facilitó detalles sobre la identidad de las personas que ocuparían cada cartera, pero sí anunció que habría una "rotación en la distribución de carteras ministeriales", es decir, que ningún grupo podrá adueñarse de una, como sucede en la actualidad.

En varias ocasiones, Hariri ha afirmado que la decisión de la formación del gobierno depende de su cargo y del presidente, según la Constitución.

Suleiman lamentó el pasado uno de septiembre que El Líbano no tuviera un gabinete después de tanto tiempo desde las elecciones, lo que podría afectar, por ejemplo, los planes del país de aspirar a un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Parte de los conflictos que ha tenido que enfrentar Hariri han estado ligados a la figura del general Michel Aoun, jefe de un grupo parlamentario cristiano, que quiere reservarse cinco ministerios, además de que se mantenga a su yerno, Gebrán Bassil, en la cartera de Telecomunicaciones y que se le dé la del Interior.

Aoun alega que es el jefe del mayor grupo parlamentario cristiano, aunque su popularidad cayó en relación a las precedentes elecciones parlamentarias y los diputados que obtuvo en los últimos comicios se deben al electorado chií.

Pero Hariri, al anunciar hoy la estructura preliminar de su gobierno, no facilitó ningún nombre, aunque la prensa libanesa apuntaba estos días que el yerno de Aoun quedaría excluido del gabinete y que en su lugar se nombraría a su sobrino, el diputado Alain Aoun.

La crisis no está totalmente cerrada, porque Suleiman tiene que pronunciarse sobre la propuesta, pero el anuncio aliviará algo la tensión que se venía observando por los riesgos que se corrían en este país, el más vulnerable de la región.

"Hay cierto nerviosismo e intranquilidad en el país; no hay nada que nos indique que puede haber un estallido pronto, como tampoco que no lo habrá", dijo a Efe una fuente militar occidental que prefirió mantener en reserva su identidad.

"Cada vez se tensa más la cuerda, lo mismo tenemos unos meses de calma, como puede pasar algo en cualquier momento", agregó.

Sin embargo, hay muchos en el Líbano que creen que, en el fondo, lo que hay que cambiar es un sistema actual que, a riesgo de intentar conciliar posturas entre todos los grupos, fomenta las divisiones.

"Sin un cambio de mentalidad del país siempre seguiremos en periodos de tregua sin que haya una verdadera salida a los problemas", dijo a Efe el sociólogo Ahmad Beydun, autor de varios libros sobre la política libanesa.

"Incluso si el gobierno se forma, no logrará funcionar, ya que en su seno siempre habrá divisiones que se manifestarán por cualquier tema importante", agregó Beydun.

Según el sociólogo, debe cambiarse el sistema confesional que rige la política del país, que establece, entre otras cosas, que el presidente debe ser maronita -católico del Líbano- o que el primer ministro debe ser musulmán suní y el jefe del Parlamento chií.

"La única solución es modificar las reglas y el sistema político en el país", insistió Beydun.

Unido a ello, la historia del Líbano ha demostrado las numerosas injerencias extranjeras en la vida política del país, que aún persisten y que logran influir en las decisiones de cada grupo.

"No estoy tranquila. Todos sabemos que el problema no es libanés, sino que está vinculado a la situación en la región, que cambia a cada momento", dijo Fadia, una joven trabajadora libanesa refiriéndose a los temores de la población.

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