El primer ministro tailandés pone al jefe del Ejército al frente del orden en Bangkok

  • Bangkok.- El jefe del Ejército tailandés, general Anupong Paochinda, asumió hoy el mando de la seguridad en Bangkok, después de el Gobierno sufriera un nuevo revés al fallar la operación policial para apresar a los cabecillas de las protestas que han sumido en el caos a la capital tailandesa.

Los "camisas rojas" liberan a los 2 oficiales de la Policía que tenían retenidos
Los "camisas rojas" liberan a los 2 oficiales de la Policía que tenían retenidos

Bangkok.- El jefe del Ejército tailandés, general Anupong Paochinda, asumió hoy el mando de la seguridad en Bangkok, después de el Gobierno sufriera un nuevo revés al fallar la operación policial para apresar a los cabecillas de las protestas que han sumido en el caos a la capital tailandesa.

El anuncio fue hecho por el primer ministro, Abhisit Vejjajiva, cuando ya el portavoz del Ejército, general Sunsern Kaewkumnerd, había confirmado a la prensa que las tropas preparaban una operación para desalojar a los cerca de 10.000 manifestantes que desde hace una semana permanecen en el corazón comercial de la capital.

Paochinda "va a ser el responsable de supervisar la seguridad", dijo el primer ministro en un su mensaje televisado.

Hasta ahora, los asuntos de seguridad eran competencia del viceprimer ministro, Suthep Thaugsuban, considerado "mano derecha" del jefe del Ejecutivo.

Desde que accedió al poder el año pasado, el primer ministro y líder del Partido Demócrata, principal formación de la coalición gobernante, se ha topado con resistencias en la cúpula de la Policía, que incluso han impedido el nombramiento de su máximo responsable.

El Gobierno de Tailandia sufrió el viernes otra derrota frente a los manifestantes conocidos como los "camisas rojas" al fracasar la operación de las fuerzas de seguridad.

Una media hora después de que el viceprimer ministro anunciara en el canal estatal de televisión la inminente captura del grupo de líderes de la línea dura del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, uno de los más perseguidos escapaba por el balcón del hotel de Bangkok en el que se hallaban protegidos por decenas de seguidores.

Los otros cabecillas, que forman parte del grupo de 24 que dirigen las protestas que se reanudaron hace un mes para forzar al primer ministro, Abhisit Vejjajiva, a disolver el Parlamento y convocar elecciones, fueron liberados por los efectivos del comando policial después de que una nube de manifestantes se echara sobre ellos.

Sobre los tres dirigentes del Frente pesan órdenes de búsqueda y captura por la ocupación ilegal del corazón comercial de Bangkok y por su implicación en los violentos enfrentamientos librados el pasado fin de semana entre los "camisas rojas" y las fuerzas de seguridad, que causaron 24 muertos y más de 800 heridos.

"Los fallidos intentos de hacer cumplir la ley nos han llevado a revisar asuntos estructurales", dijo Vejjajiva

Con un general y un coronel de la Policía en manos de los "camisas rojas", el portavoz del Gobierno, Panitan Wattanayakorn, admitió en conferencia de prensa que la operación policial había "fracasado".

Los dos oficiales de la Policía fueron liberados posteriormente y cuando ya los cerca de 10.000 manifestantes que desde hace dos semanas ocupan la principal zona comercial de la urbe, escuchaban jubilosos las arengas de sus cabecillas.

"A partir de ahora nuestra misión es cazar a Abhisit y ésta es una guerra entre el Gobierno y los camisas rojas", señaló Arisman, un ex cantante que, de la mano de Shinawatra, desembarcó en la política tras una carrera artística con mucha menor gloria que la que disfruta por ser uno de los más desafiantes cabecillas de las protestas.

El pasado sábado, cinco soldados, 18 manifestantes y un camarógrafo japonés, perdieron la vida durante los choques entre los manifestantes y las tropas.

Las movilizaciones pararon durante los tres últimos días con motivo de la celebración del Año Nuevo tailandés

El Ejército aprovechó las festividades para retirar los vehículos militares abandonados en las calles y destrozados por los manifestantes desde el pasado fin de semana.

Los "camisas rojas", que durante los últimos tres días pararon las protestas con motivo de las festividades del Año Nuevo tailandés, anunciaron que incrementarán la presión sobre el Gobierno de coalición con la finalidad de conseguir su objetivo.

El Frente de los "camisas rojas" considera ilegítimo el Gobierno de Vejjajiva por haber sido elegido mediante pactos parlamentarios con diputados tránsfugas y no en las urnas.

Los manifestantes, procedentes principalmente del medio rural en el norte y noreste del país, principal receptor de los programas de ayuda social desarrollados por Shinawatra durante sus casi seis años de mandato.

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