EL PSOE intenta evitar que el debate 'de términos' fracture su propuesta para Cataluña

    • González, Rubalcaba y miembros de la actual dirección coinciden esta tarde en la presentación en Madrid de la asociación "La Tercera Vía".
    • El expresidente insiste en una reforma constitucional para reconocer a Cataluña como "nación". Sánchez lo reduce a "singularidades".

González y Sánchez, en un acto
González y Sánchez, en un acto

No se oculta en Ferraz que la cita del 27-S genera profundas preocupaciones. Primero, por el indudable valor estratégico que revisten unos comicios en antesala de las generales. Segundo, por el cariz que el desafío catalán pueda adquirir tras estas elecciones. Y en último, quizás el primero en inquietudes, por la incapacidad de levantar a un partido, el PSC, desde hace tiempo lastrado por sus propias divisiones.

Los socialistas son conscientes de sus limitaciones y por eso, la meta electoral se fija descafeinada. Mantener la cuarta plaza, sí, pero conservando, al menos, los actuales veinte escaños- las últimas encuestas los sitúan en los 14. Cualquier otro resultado comprometería el objetivo de tratar de agrandar al máximo las distancias con un PP en debacle, dar el mayor golpe de efecto posible sobre el partido de Gobierno a tres meses de la cita con las urnas.

Es por ello que la estrategia ha diseñado una presencia nunca vista de dirigentes en Cataluña para arropar al candidato, Miquel Iceta, en un despliegue en el que el partido 'tirará' de vieja guardia. El expresidente Felipe González se desplazará al menos en una ocasión-no se descartan más-y también lo harán otros líderes, entre ellos, la propia presidenta andaluza, Susana Díaz, cuya presencia genera, no obstante, no pocas discrepancias.

El secretario general, Pedro Sánchez, participará en los seis actos principales del PSC. Nunca antes, defienden desde Ferraz, el líder nacional se ha volcado tanto en campaña. Una imagen de 'cierre de filas' con la que el PSOE trata de superar públicamente las fracturas históricas que le genera la cuestión catalana. Atrás han quedado los tiempos en que el discurso enrocado del 'derecho a decidir' de Pere Navarro inflamó las relaciones entre las direcciones central y autonómica. Ahora, con Iceta, las diferencias parecen haberse suavizado, relativamente.

La solución para Cataluña pasa, insisten los socialistas, por una reforma constitucional que defina el mejor anclaje de la comunidad en el resto del Estado. Pero en entredicho está aún el posicionamiento sobre la "singularidad" de la región y su alcance. En el partido resuenan aún las recientes declaraciones de González, en las que pedía una reforma constitucional que reconociese a Cataluña como "nación", la misma tesis que comparten, y en la que insisten, los socialistas catalanes. "Absolutamente, sí", respondía tajante el expresidente, en una entrevista este sábado en La Vanguardia. Varios dirigentes se apresuraron a replicarle que la única 'nación' es la española y Sánchez trató de templar las diferencias con medias tintas. "Creo que el debate actual tiene que ver con la fractura, con un problema de convivencia y no tanto de definición de qué somos", respondió este lunes en la cadena SER.

La única solución, insiste Sánchez, es una reforma constitucional que, partiendo de la Declaración de Granada-aprobada en 2013 siendo Alfredo Pérez Rubalcaba secretario general- tenga tres pilares básicos: la revisión del título octavo "para que se revisen las competencias", una renovación del sistema de financiación autonómica y, en fin, un reconocimiento de la "singularidad" de la sociedad catalana en un Estado federal, por lengua, por cultura, pero sin el calibre de González. Una propuesta entre el inmovilismo de Rajoy y el rupturismo de Mas, es el lema que se repite en el partido, donde se insiste en que no es momento para enredos terminológicos. Se trata de sumar las coincidencias, que básicamente son que el diálogo es necesario y el anclaje de Cataluña en el resto del Estado, también."Tercera vía"

Los socialistas escenificarán esta tarde ese 'acuerdo' en Madrid, en un acto en el que está anunciada la presencia de varios de sus históricos dirigentes- Felipe González, Alfredo Pérez Rubalcaba- y también miembros de la actual dirección, como el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando y el excandidato a la Comunidad, Ángel Gabilondo.

Todos, convocados por la asociación La Tercera Vía, una entidad privada, sin ánimo de lucro y apartidista que busca tender cauces de diálogo en la comunidad y fomentar una salida al soberanismo y que este martes se presenta en la capital, tras haberlo hecho ya en Cataluña. En la cita estarán también presentes el vicepresidente del Tribunal Constitucional y expresidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, el fiscal vinculado a Podemos Carlos Jiménez Villarejo o el exministro de Justicia y constitucionalista Francisco Caamaño. Una tercera vía que servirá para mostrar el consenso en el PSOE, pese a esas diferencias. Un acto más hacia la campaña, que arranca este viernes y en la que no caben discrepancias.

La Asociación "La Tercera Vía" fue creada en septiembre de 2014 con el objetivo de "encontrar una salida realista a la actual situación de bloqueo en la relación institucional y política de Cataluña y el resto de España". Es, reiteran, una asociación con "voluntad pluralista", desligada de intereses de partido. Entre sus objetivos está el de "estimular el diálogo cultural y político para el deseable encaje institucional de Cataluña en España" y "abrir espacios de reflexión y diálogopara reconocer la diversidad de sentimientos nacionales".

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