El régimen sursudanés evitará una guerra civil si renuncian a derrocar a Kir

  • El presidente sursudanés, Salva Kir, se comprometió hoy a evitar que la actual escalada de la violencia derive en una guerra civil, siempre que el otro bando renuncie a sus intentos de derrocar al régimen.

Jartum, 20 dic.- El presidente sursudanés, Salva Kir, se comprometió hoy a evitar que la actual escalada de la violencia derive en una guerra civil, siempre que el otro bando renuncie a sus intentos de derrocar al régimen.

Kir expresó esta postura en una reunión en Yuba con ministros de Exteriores africanos de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD, en su siglas en inglés), que intentan mediar en el conflicto.

El portavoz presidencial, Ateny Wek Ateny, afirmó en declaraciones a la televisión que el mandatario desea que "el pueblo sursudanés viva unido y que la diversidad y la unidad sean la base y riqueza del país".

"Si no hay personas que trabajan para derrocar al régimen, no habrá una guerra civil y el Gobierno garantizará que la paz impere", subrayó.

Ateny negó que las autoridades tengan como blanco a una determinada tribu, entre las acusaciones de un aumento de la violencia étnica entre los clanes rivales Dinka y Lou Nuer.

"La campaña tiene como objetivo a los implicados en la conspiración para derribar el Gobierno", aseguró el portavoz.

El exvicepresidente sursudanés Riak Mashar, acusado por Kir de la intentona golpista que comenzó el pasado domingo, pertenece a la tribu Lou Nuer, mientras que el presidente es miembro del clan Dinka.

La IGAD, que ya anunció su intención de enviar una delegación ministerial para mediar entre las partes en conflicto, está formada por Etiopía, Sudán, Kenia, Uganda, Somalia y Yibuti.

Los combates entre ambos bandos, que estallaron el pasado domingo en Yuba, se han extendido a los estados de Yonglei y Unidad y han causado cientos de muertos.

Unos 34.000 desplazados por los combates han buscado refugio en bases de la ONU, 20.000 de ellos en Yuba y 14.000 en la ciudad de Bor, capital de Yonglei, en manos de los rebeldes.

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