El rey jordano insta al Parlamento a revisar la polémica ley electoral

  • El rey de Jordania, Abdalá II, inauguró hoy el nuevo Parlamento de su país con un llamamiento a los diputados a que revisen la polémica ley electoral, cuyo rechazo llevó al principal grupo opositor, los Hermanos Musulmanes, a boicotear los comicios.

Abdul Jalil Mustafa

Ammán, 10 feb.- El rey de Jordania, Abdalá II, inauguró hoy el nuevo Parlamento de su país con un llamamiento a los diputados a que revisen la polémica ley electoral, cuyo rechazo llevó al principal grupo opositor, los Hermanos Musulmanes, a boicotear los comicios.

"Las elecciones se desarrollaron bajo una nueva ley electoral que no era ideal, aunque había recibido tanto consenso como fue posible", señaló el monarca.

Inmediatamente después, instó a los legisladores a "revisar" la ley y el sistema electoral, de forma que "genere consenso, promueva una representación justa, capacite a los partidos a competir con limpieza, mejore la experiencia del Gobierno parlamentario y salvaguarde los principios del pluralismo".

Al mismo tiempo, recordó que esta reforma debe ir en paralelo a la evolución de los partidos políticos.

El brazo político de la Hermandad, Frente de Acción Islámica (FAI), y varios partidos aliados de tendencia izquierdista y panarabista boicotearon las elecciones del 23 de enero principalmente por la razón de que la ley electoral impedía la formación de un Parlamento capaz de llevar a cabo reformas reales.

Asimismo, el FAI y sus aliados protestaban por lo que consideran unas prerrogativas excesivas en manos del monarca, como su poder para designar a los primeros ministros.

Abdalá II enfatizó en su alocución la "representación justa" del pueblo, tras recibir críticas por parte de la misión de observadores de la Unión Europea que supervisaron el proceso electoral.

Los observadores elogiaron el desarrollo administrativo de los comicios, pero recordaron que la ley electoral no garantiza la "igualdad entre ciudadanos", en referencia a la infrarrepresentación de los jordanos de origen palestino en la Cámara de Representantes (Cámara baja).

El rey prometió hoy continuar las reformas para asegurar que "la nación se convierta en la fuente de los poderes", así como consultar a la cámara y a los bloques parlamentarios antes de designar al nuevo primer ministro.

Sin embargo, al mismo tiempo destacó que el éxito del sistema de Gobierno parlamentario dependerá de la capacidad de los diputados de formar mayorías en la cámara.

"Si aparece una coalición que disfrute del apoyo de la mayoría de la Cámara, el proceso de consultas y de formar Gobierno será rápido y fluido. Por el contrario, en ausencia de una coalición mayoritaria, este proceso tomará más tiempo y esfuerzo", dijo.

Por ello, animó a la creación de una coalición mayoritaria que pueda formar Gobierno, y, al mismo tiempo, de un bloque parlamentario opositor que pueda actuar como un gabinete en la sombra.

Abdalá II pronunció estas palabras ante un Parlamento sumamente fragmentado, lo que ha llevado a los analistas a alertar sobre las escasas posibilidades de que se alcance una mayoría sólida, puesto que la mayoría de los 150 diputados fueron elegidos sobre bases tribales o regionales, y carecían de programas electorales.

El Partido Islámico Al Wasat, una agrupación islamista de centro, cuenta con el mayor bloque parlamentario, con 18 escaños.

Según han informado medios jordanos, en los dos últimos días Al Wasat ha conseguido formar una coalición con otros dos bloques para intentar alcanzar la Presidencia del Parlamento, cuya elección se espera para hoy.

El secretario general de este partido, Mohamed al Hach, dijo a Efe en una reciente entrevista que su partido aspira a alcanzar el puesto de presidente del Parlamento y también de primer ministro.

Según dijeron a Efe fuentes parlamentarias, se han formado otros cuatro bloques en la Cámara de Representantes, pero es una incógnito hasta qué punto esas alianzas son concretas y sostenibles.

Tras la elección del presidente del Parlamento, el siguiente paso será escoger a un primer ministro que deberá enfrentarse a una grave situación económica y un previsible frágil apoyo parlamentario.

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