El secretario general iberoamericano cree que “ésta podría ser la década de américa latina”


El Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, expresó hoy en la inauguración formal de la Cumbre Iberoamericana de Cádiz la intuición de que “esta podría ser la década de América Latina”.
Iglesias, que felicitó a la organización del evento y a los trabajos preparatorios que han alfombrado su camino durante todo este año y agradeció a los gaditanos su disposición a alojarle, envió un recuerdo a Cuba, Guatemala y Haiti por las catástrofes naturales que han asolado sus tierras en los últimos meses.
A continuación, tiró del referente histórico al que repetidamente ha apelado el Gobierno español e interpretó que en las Cortes de Cádiz de 1812 los diputados ya demostraron su voluntad de progreso, independencia y libertad, y trasladó una frase de un representante de entonces de Nueva Granada, la actual Colombia, “grande es la causa”, a la que ha emprendido el presidente de este último país, Juan Manuel Santos, en su proceso de paz con las FARC.
El Secretario General Iberoamérica constató que el mundo de hoy está cambiando para cimentar un nuevo orden internacional y, mirando la situación a ambas orillas del Atlántico, mostró su apoyo a España y Portugal y a sus gobiernos por las medidas que están tomando, pero sentenció que “ésta podría ser la década de América Latina”. Por eso, aprobó la intención del Gobierno español de buscar en esta Cumbre estrategias de acuerdo a esta nueva relación de fuerzas.
Iglesias recordó los años pasados en que “parecía que las ingenierias financiaras podían con todo” y lamentó que ahora las medidas dolorosas acometidas por los gobiernos del sur de Europa no se muestran suficientes para recuperar la confianza. Pese al “momento peligroso” que se vive con una “falta de horizontes claros”, auguró que desembocará en una nueva sociedad dominada por el conocimiento y la investigación, aunque también con nuevos actores mundiales y un traspaso de poder de Occidente a Oriente.
Para ese tránsito, en el que percibe ya “algunas señales positivas”, cree que hace falta “concertación” entre los países. También apostó por acompañar las medidas de austeridad con estímulos al crecimiento. Para la relación entre las dos regiones que componen la comunidad iberoamericana, defendió que el mercado latinoamericano siga creciendo y abriéndose, y que sus países progresen en el nuevo regionalismo que crea instituciones transnacionales, y elogió el nuevo arbitraje comercial que va a instituir la Cumbre para resolver litigios entre empresas.

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