Buenos Aires, 11 jul.- La mayor central sindical argentina materializará mañana un quiebre sin retorno en medio de elecciones internas paralelas, enfrentamientos entre dirigentes y signos de debilitamiento de su líder, Hugo Moyano, que pasó de ser un férreo aliado del Gobierno a un acérrimo rival.
Moyano, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), mantiene su llamado a elecciones para renovar la cúpula de la organización para este jueves, pese a que gremios opositores resolvieron esta semana convocar a comicios para el próximo 3 de octubre.
Las elecciones de este jueves, con las que Moyano aspira a ser reelegido para un nuevo período de cuatro años, formalizarán la fractura de la CGT, según los dirigentes gremiales.
Hugo Moyano, líder del gremio de camioneros, se negó a acatar la anulación de la convocatoria de las elecciones sindicales decretada la semana pasada por el Gobierno de Cristina Fernández a raíz de presuntas irregularidades en el proceso de convocatoria.
Se trata de "una medida política" para "favorecer al otro sector" gremial, dijo Moyano al ser consultado por la impugnación del Ministerio de Trabajo.
"Seré el único secretario general, legal y legítimamente. Hay dirigentes que prefieren el calor del poder de turno o de las patronales y no de los trabajadores", insistió luego de la convocatoria a elecciones de sus contrarios.
Entre los opositores se encuentran el líder del gremio gastronómico Luis Barrionuevo, los llamados "Gordos", que representan a importantes sindicatos como los de sanidad, comercio y trabajadores del sector eléctrico, y los "independientes", representantes de los gremios de la construcción y los estatales, entre otros.
Buena parte de ellos se reunieron en la sede de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), cuyo secretario general, Antonio Caló, es el candidato de la oposición para suceder a Moyano con la venia del Gobierno.
En la reunión avanzaron en un quiebre de la CGT -que en su centenaria historia atravesó varias fracturas- y convocaron para el 23 de agosto al comité central confederal, paso previo para las elecciones del 3 de octubre.
El ganador de los comicios sindicales del 3 de octubre, explicó el dirigente de Sanidad Héctor Daer, tras el encuentro, se quedará con la personería jurídica del sindicato y será el representante oficial de la central obrera.
El conflicto entre Moyano y estos gremios, entre ellos algunos que coquetean con el oficialismo, se produce en medio del enfrentamiento del líder de los camioneros y el Gobierno, agudizado en junio pasado, cuando el secretario general de la CGT convocó una huelga nacional acompañada por una masiva movilización en Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo.
Atrás quedaron los tiempos en los que Moyano, líder del sindicato de camioneros desde 1972, se erigía como uno de los máximos aliados del Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), esposo y antecesor de Cristina Fernández, que luego de la muerte de su esposo, en octubre de 2010, comenzó a evidenciar un distanciamiento del dirigente gremial.
El "matrimonio" entre el kirchnerismo con Moyano benefició a ambas partes hasta 2011, cuando la presidenta dejó fuera a dirigentes sindicales de las listas de los comicios generales, en los que obtuvo la reelección con el 54 por ciento de los votos.
A las diferencias entre Moyano y Fernández se suman las millonarias deudas del Estado con las mutualistas sindicales y los llamados del Gobierno a la moderación salarial con una inflación que oficialmente es de un dígito, pero que consultoras privadas sitúan en un 25 por ciento anual.
Además, el nombre de Moyano aparece relacionado con varias causas por supuesta administración fraudulenta como líder del sindicato de camioneros, gremio envuelto a su vez en una investigación por la venta de medicamentos adulterados o caducados.
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