El soberanismo se escuda en promesas y escaños para no frenar

Con un 47% de los votos la CUP y JxSí se vieron obligados a renunciar a la que había sido su proclama durante las elecciones: una declaración unilateral de independencia.

Sin embargo, hoy ambas formaciones 'sorprendían' con una propuesta de resolución conjunta para que el pleno del Parlament apruebe el "inicio del proceso" independentista hacia una república, es decir, el inicio de un proceso constituyente.

No solo eso: de los 5.510.713 catalanes con derecho a voto, solo optaron por una formación independentista 1.957.348 personas.

Lo que hoy mucho se preguntan es: si no tienen los votos suficientes, ¿por qué siguen adelante con la independencia?

Para Alfonso Marqués, analista político, la respuesta es clara: "no les queda más remedio".Lo prometieron en las elecciones

En primer lugar, este experto afirma que no están haciendo sino cumplir una promesa electoral. "Me explico: es cierto que al principio de la campaña se hablaba de una ruptura mucho más radical, pero porque pensaban que iban a tener una mayoría holgada. Según fueron variando las estimaciones de las encuestas, el discurso se fue moderando y adaptando a la realidad que les tocaba vivir. Se abrió la puerta a un proceso más 'calmado' para el que valdría una mayoría de escaños, que era lo que esperaban al final", comenta Marqués.

"Muchos creyeron que al no haber llegado al 50%, las ansias independentistas se calmarían. Pero ellos no creen que hayan perdido las elecciones. Tienen un 47% y una mayoría de escaños. Además, el discurso que impera en Cataluña no es tanto racional, sino emocional. Se creen, en verdad, legitimados a declarar la independencia y esta mayoría, aunque sea de escaños, la traducen como la voluntad del pueblo", continúa.No tienen discurso más allá de la independencia

Pero para este analista, la causa principal es la ausencia de discurso más allá de la independencia. "Los partidos nacionalistas llevan años basando su discurso únicamente en la independencia. Todos los problemas de Cataluña se achacaban a España y la ciudadanía no ha ejercido como masa crítica, no ha pedido explicaciones al gobierno de Mas por su gestión. Si ahora dejan a un lado la independencia, carecen de discurso, de propuestas sólidas de gobierno. Han ido demasiado lejos, es una huida hacia delante, no les queda más que seguir con la independencia", concluye.