El SPD cierra el primer semestre de gobierno aprobando sus proyectos estrella

  • Los socialdemócratas alemanes, socios minoritarios en el gobierno de Angela Merkel, han sacado adelante todos sus proyectos estrella en el primer semestre de la legislatura, levantando ampollas entre los conservadores pero sin lograr remontar en las encuestas.

Juan Palop

Berlín, 6 jul.- Los socialdemócratas alemanes, socios minoritarios en el gobierno de Angela Merkel, han sacado adelante todos sus proyectos estrella en el primer semestre de la legislatura, levantando ampollas entre los conservadores pero sin lograr remontar en las encuestas.

La intensa actividad del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) desde que cuajó la gran coalición en diciembre ha culminado esta semana con la aprobación en el Bundestag (cámara baja) del salario mínimo interprofesional y la ampliación de los supuestos de doble nacionalidad, coincidiendo con la entrada en vigor de la jubilación anticipada.

Las tres destacaban entre las propuestas que los socialdemócratas consideraban irrenunciables de su programa y que el bloque conservador de Merkel tuvo que incluir en el acuerdo de coalición conjunto para lograr la entrada del SPD en el Ejecutivo.

El primer suelo salarial alemán -8,5 euros por hora, salvo excepciones- fue aprobado el jueves en el Bundestag y su impulsora, la ministra de Empleo socialdemócrata Andrea Nahles, lo calificó de "pieza fundamental" para la política laboral.

El parlamento dio también este jueves luz verde a la inclusión de nuevos supuestos para que los hijos de inmigrantes nacidos en Alemania puedan obtener la nacionalidad alemana y mantener la de sus progenitores, una opción hasta ahora restringida.

Un día antes, había entrado en vigor la reforma de las jubilaciones, que permite retirarse a los 63 años a quienes hayan cotizado 45 años, e incluye también mejoras en las pensiones de las madres y el aumento anual del nivel de las prestaciones.

Estas medidas de calado social -y que conllevan un mayor desembolso público- han levantado suspicacias dentro de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, especialmente en su ala más liberal, que ha advertido de sus repercusiones económicas y financieras.

Kurt Lauk, presidente del ala liberal de la CDU, dio esta semana voz al descontento en las filas de la canciller y en un encuentro con periodistas alertó de que estas medidas lastrarán las arcas públicas en momentos de consolidación y frenarán el dinamismo de la mayor economía europea y su mercado laboral.

"Lo único positivo es que ya no va a venir nada más malo", aseguró haciendo referencia a que el SPD ya ha sacado adelante sus principales demandas.

Luak insinuó además, en referencia a las demandas de Berlín a sus socios comunitarios, que el Gobierno alemán "predica agua y bebe vino".

Entre los críticos con estas medidas se cuentan también economistas como los "cinco sabios" que asesoran en materia económica al Gobierno y el presidente del Bundesbank (banco central), Jens Weidmann.

Todos coinciden en señalar que afectarán a la competitividad alemana en el contexto global, incidirán en los precios y destruirán empleo; frente al argumentario socialdemócrata que habla de justicia social y de dinamización de la economía vía consumo.

Merkel ha reconocido que la jubilación anticipada y el salario mínimo son "compromisos dolorosos" a los que ha accedido para lograr un gobierno estable, su prioridad pese a que sólo le faltaban cinco escaños para la mayoría absoluta.

Además, ha recalcado que estas concesiones no alteran su calendario de consolidación fiscal y recordado que, como se fijó en el acuerdo de coalición, sólo se implementarán si la estabilidad presupuestaria lo permite.

Su CDU, mientras tanto, se ha concentrado en asuntos menos mediáticos y controvertidos, pero a los que la canciller concede una gran importancia y entre los que destaca la presentación, este jueves, del borrador de los presupuestos federales de 2015, los primeros con "déficit cero" en 45 años.

Además, Merkel ha estado volcada estos primeros meses de su tercera legislatura en la política europea, con las elecciones y el relevo en Bruselas y Estrasburgo, y la crisis de Ucrania.

Las encuestas, sin embargo, apenas detectan una ligera caída de la CDU con respecto a las elecciones de septiembre y mantienen a la canciller como la política más valorada.

Según el sondeo de esta semana de la televisión pública "ARD", el bloque conservador obtendría ahora el 39 % de los votos (41,5 % en septiembre), mientras que el SPD lograría un 26 % (25,7 %).

La canciller sigue siendo la figura política más valorada, con una aprobación del 71 %, mientras que el presidente del SPD, el vicanciller y ministro de Economía y Energía, Sigmar Gabriel, se sitúa en el 45 %.

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