El 'sprint' de contradicciones entre Gobierno y PP inquietan en Génova

    • Crecen los esfuerzos para evitar que el discurso del Ejecutivo vaya por un lado y el del partido, por otro.
    • Varios desmentidos y confusiones afloran la improvisación entre los 'populares'.
Rajoy, con Sáenz de Santamaría, en una sesión en el Congreso.
Rajoy, con Sáenz de Santamaría, en una sesión en el Congreso.

Aunque aún sin fecha, la recta final hacia las elecciones de finales de año generan un inevitable nerviosismo en las filas de cada partido. Con el tiempo apretando, quedan por afinar aún muchas estrategias, definir con precisión a los adversarios y confeccionar un programa en las que, seguramente, sean los comicios más disputados hasta ahora.

Esos tiempos parecen pasar factura al PP que, desde hace semanas, refleja una cierta improvisación en su discurso público. No son pocas las ocasiones en las que el partido de Gobierno ha caído en la dinámica del anuncio y desmentido-en algunos casos al propio presidente del Gobierno- lo que en Génova no pasa desapercibido. Los errores de comunicación fueron, precisamente, el argumento principal en el que Rajoy excusó dos debacles electorales sucesivos, el de las elecciones andaluzas y el del 24-M, y un frente de dirigentes le exigió reformas urgentes, que se plasmaron con un cambio mínimo en el partido para crear una nueva vicesecretaría de Comunicación-capitaneada por Pablo Casado-que relegó a la número dos, María Dolores de Cospedal, y a Carlos Floriano del papel mediático.

El último desmentido ha sido a propósito de la debatida reforma de la Constitución. Una cuestión que ha volcado los debates internos del partido en el discurso público. Si a principios de este mismo mes era el propio presidente del Gobierno quien, de visita en Marivent, dejaba abierta la puerta a una reforma- "Ya se ha hecho dos veces", apostilló-este lunes ha sido precisamente Casado el que, tras la reunión del Comité de Dirección, daba portazo a la propuesta del 'jefe'. La reforma, justificó Casado, no reúne en estos momentos el consenso suficiente y puede ser un "resquicio" para que el independentismo justifique la debilidad del marco de convivencia.

También este lunes, el candidato del PP en Cataluña, Xavier García Albiol, hurgó en otro de los asuntos últimamente más diluidos a nivel interno: el de la atención sanitaria para los inmigrantes. El catalán prometió limitarla únicamente al servicio de urgencias- lo que implicaría derogar una instrucción de la Generalitat, de 2012- sólo unos días después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, anunciase la creación de un documento para que los 'sin papeles' pudiesen recibir atención primaria y especializada. Un nuevo capítulo que alimenta la confusión en lo referente a esta política. A mediados de la semana pasada, el secretario general de Sanidad, Rubén Moreno, advirtió a las comunidades autónomas que devolver la atención sanitaria a los inmigrantes podría conllevar multas millonarias por parte de la Unión Europea, este fin de semana, Rajoy avanzó que el Gobierno trabaja en modelo único de atención sanitaria que estará listo en septiembre y que se interpretó como una apertura de mano del Ejecutivo hacia el colectivo.

Las sucesivas contradicciones en el discurso entre Gobierno y partido preocupan a nivel interno, donde se reconoce que cualquier sensación de improvisación puede suponer un coste electoral que, ante lo ajustado de los sondeos, resulte demasiado elevado. Hace unos días fue el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien desmintió a la vicesecretaria de Programas, Andrea Lévy, a propósito de la bajada del IVA. Mientras ésta aseguraba que el partido estudiaba nuevas rebajas fiscales, entre ellas, una bajada del impuesto para productos culturales, el titular de Economía descartaba que entre sus planes estuviese el tocar los gravámenes.

La cuestión del IVA culural generó ya, no obstante, meses antes, más 'desacuerdos' públicos, entonces, entre el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro y su secretario de Estado, Miguel Ferre. Mientras Montoro avanzaba que el Gobierno trabajaba en una "reforma fiscal de la cultura", su número dos consideraba que no había "nada que anunciar" en este asunto. El vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, trató de aclarar este lunes las contradicciones entre discursos, asegurando que los populares van "con la misma marca y mismos principios y valores" independientemente de que si están en el "gobierno, el partido o cualquier autonomía".

Pero los ejemplos han arreciado en las últimas semanas. En otra 'ceremonia de la confusión', el Ejecutivo aplazó durante días una respuesta rotunda ante la posibilidad de devolver la paga extra a los funcionarios. El rumor fue desmentido un día después de aparecer publicado en medios por el portavoz adjunto del Ejecutivo, José Luis Ayllón- "no está en los planes del Gobierno en este momento", aseguró- mientras varios dirigentes del partido la daban ya por hecha públicamente y rechazaban las acusaciones de electoralismo. El titular de Hacienda afirmó poco después que se haría en caso de que los Presupuestos lo permitiesen.



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