El sueño olímpico, el río hecho ciudad y una gran deuda, legado de Gallardón

  • El hasta hoy alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, deja el Ayuntamiento tras una gestión de ocho años y medio que ha tenido como hechos relevante la enorme deuda, la recuperación del deprimido río Manzanares para la ciudad y la aventura de convertirla en sede olímpica.

Madrid, 22 dic.- El hasta hoy alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, deja el Ayuntamiento tras una gestión de ocho años y medio que ha tenido como hechos relevante la enorme deuda, la recuperación del deprimido río Manzanares para la ciudad y la aventura de convertirla en sede olímpica.

Después de ocho años de presidente de las Comunidad, Ruiz-Gallardón bajó un peldaño, a petición del entonces líder del PP, José María Aznar, y accedió a encabezar la candidatura del partido a las municipales en Madrid en la primavera de 2003.

Las tres citas con las urnas municipales han supuesto otros tantos triunfos por mayoría absoluta de Gallardón, siempre por encima del cincuenta por ciento de los votos, lo que ha supuesto una plataforma política para ahora ser reclamado al Gobierno por Mariano Rajoy, como ministro de Defensa.

El proyecto que ha vertebrado todo el mandato de Gallardón ha sido la M-30, la vía de circunvalación de la ciudad.

En la primera legislatura tuvo lugar el soterramiento de varios kilómetros de esa vía y en el segundo la construcción de un parque sobre esos túneles enterrados.

Sólo la creación de más de un millón de metros cuadrados de espacios verdes y de ocio ganados a los vehículos gracias al soterramiento de varios tramos de la M-30 ha costado 410 millones de euros.

Recintos verdes, presuntas "playas" en las que refrescarse en verano y zonas deportivas y de juegos coexisten junto al "aprendiz de río", que dijo Quevedo del Manzanares y que, al menos en su caudal, no ha mejorado sustancialmente.

La polémica ha salpicado el proyecto en varias ocasiones e incluso el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) declaró nulos varios tramos de soterramiento de esa vía porque no eran simples "obras ordinarias", por lo que hubieran requerido la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997 y carecían de las correspondientes evaluaciones de impacto ambiental.

Otro legado monumental es la nueva sede del Consistorio, el viejo palacio de Correos, en la Plaza de Cibeles, cuya reforma - hace un mes se ha inaugurado el salón de plenos - ha costado 126 millones de euros, un 56,7% más de lo inicialmente previsto.

Estas obras y otras, como el acondicionamiento del antiguo matadero en lugar de ocio y la reforma del viejo cuartel de Conde Duque, con el mismo objetivo, han disparado la deuda municipal.

Madrid es ahora la ciudad española más endeudada, con 6.891 millones de euros el pasado 30 de septiembre.

Para compensar tanto gasto, la oposición y grupos cívicos han criticado sin reservas lo que consideran afán recaudatorio del equipo de Gallardón, con la extensión de parquímetros, las subidas de impuestos municipales (en especial el IBI) y la instauración de la tasa de basuras.

Otro proyecto que ha jalonado todo el recorrido municipal de Gallardón ha sido hacer de Madrid sede de unos Juegos Olímpicos.

El éxito no ha acompañado hasta ahora la aventura, porque Madrid salió derrotada en la carrera por la candidatura para los Juegos de 2012 (ganó Londres) y para 2016 (se impuso Río de Janeiro)

En julio pasado Madrid volvió a presentar su candidatura para albergar unos Juegos, en esta ocasión los de 2020, aunque ya sin la unanimidad de todos los grupos.

Corresponderá ahora a Ana Botella gestionar ese asunto, ya que sustituirá desde el martes 27 a Ruiz-Gallardón, cuyo peor día en la alcaldía fue, sin duda, el 11 de marzo de 2004, cuando Madrid padeció varios atentados en estaciones de cercanías que costaron la vida a 191 personas.

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