El Supremo ordena repetir el juicio contra un padre absuelto de violar a su hija

Sevilla.- El Tribunal Supremo ha ordenado a la Audiencia de Sevilla repetir el juicio contra un padre acusado de violar a su hija de ocho años, que fue absuelto porque el ADN encontrado en la vagina de la niña no era suyo y por la sospecha de que los Servicios Sociales "indujeron" la acusación de la menor.

El Supremo, en una sentencia a la que ha tenido acceso Efe, ordena repetir el juicio con una composición del tribunal diferente de la que absolvió al padre y tras volver a considerar la declaración como testigos de tres psicólogas que trataron a la niña y dos biólogos que analizaron el ADN.

El padre, A.R.R., se enfrentó a una petición del fiscal de 15 años de cárcel pero fue absuelto porque una exploración médica detectó una reciente desfloración de la menor y lesiones por desproporción de órganos genitales, en una agresión sexual cometida cuando la niña vivía con unos familiares y el acusado tenía prohibido acercarse a ella.

La Sección Primera de la Audiencia dijo en su veredicto que "no podía sustraerse a la sospecha" de que cuando la niña prestó declaración "pudiese estar influenciada por el entorno vital en el que se desenvolvió durante al menos el último año, al cuidado de los servicios sociales de la Junta".

El Supremo ha aceptado el recurso de la Junta de Andalucía, como titular de la custodia de la niña, que alegó vulneración de su derecho a la tutela judicial al haberle denegado la declaración en el juicio de dos psicólogas que la trataron y de la educadora del Centro de Acogida para pronunciarse sobre su credibilidad.

"El discurso del tribunal sobre la credibilidad de la víctima podría verse fuertemente enriquecido si oye a los peritos que profesionalmente estuvieron en contacto con ella", dice el Supremo, que además reprocha a la Audiencia sevillana no haber motivado su rechazo de los testimonios.

Los padres, residentes en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), perdieron la tutela de su hija después de que el hospital de Valme detectara, en junio de 2004, que había sufrido agresiones sexuales.

Un informe ginecológico realizado un año después, el 6 de julio de 2005, detectó que la pequeña acababa de sufrir la rotura del himen y había sufrido "abusos sexuales recientes por contacto genital, con penetración completa de un varón adulto y desproporción anatómica de genitales", por lo que el tribunal concluyó que "es obligado admitir que la desfloración fue obra de otro" y no del padre.

La Fiscalía había pedido para A.R.R. 15 años de cárcel y para su esposa M.P.G.H. seis meses por, presuntamente, conocer las violaciones y no hacer nada por evitarlas.