El Supremo revisará la condena a Gamarra por quedarse dinero de ONG Anesvad

  • El Tribunal Supremo revisará en una deliberación a puerta cerrada de la Sala de lo Penal que se celebrará el próximo 10 de abril la condena que se impuso al expresidente de la ONG Anesvad José Luis Gamarra por apropiarse de 7.556.651 euros de la organización.

Madrid, 5 abr.- El Tribunal Supremo revisará en una deliberación a puerta cerrada de la Sala de lo Penal que se celebrará el próximo 10 de abril la condena que se impuso al expresidente de la ONG Anesvad José Luis Gamarra por apropiarse de 7.556.651 euros de la organización.

La Audiencia Provincial de Vizcaya condenó a Gamarra a seis años de prisión por un delito continuado de apropiación indebida y a indemnizar a la Anesvad con 3.263.189 euros, la cantidad que falta por devolver del total que se llevó de la ONG.

Los magistrados Carlos Granados, Andrés Martínez Arrieta, José Manuel Maza, Miguel Colmenero y Manuel Marchena (ponente de la sentencia que dictará el alto tribunal tras acordar el fallo) serán quienes deliberen sobre el recurso, presentado por Gamarra contra su condena.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Vizcaya condenó junto a Gamarra a los ex directores general y financiero de Anesvad José Miguel Sustacha y José Francisco Martínez, respectivamente, a una pena de veintiún meses de prisión por el mismo delito continuado de apropiación indebida.

Además, los tres fueron inhabilitados para desempeñar cualquier cargo en una organización asistencial durante el tiempo de la condena, a abonar las costas procesales y a una pequeña multa, de 600 euros para Gamarra y 300 para los otros dos procesados.

La sentencia consideraba probado que Gamarra, presidente de Anesvad desde su fundación hasta 2007, se apropió entre 1996 y 2006 de algo más de 7,5 millones de la ONG que pasó a cuentas "opacas" que él gestionaba y que no figuraban en la contabilidad de la ONG, con sede en Bilbao.

Con parte de ese dinero otorgó gratificaciones y dio créditos sin interés a empleados de Anesvad, compró un coche a su sobrina, pagó parte de su vivienda habitual, sufragó gastos personales y realizó inversiones.

Los fondos provenían tanto de aportaciones de socios y colaboradores de Anesvad, ya fuera para operaciones genéricas de la ONG como para proyectos concretos como la leprosería de Culión (Filipinas) o Misión China, como de donaciones, incluidos 983.605 euros de una cuenta en Suiza que un particular dejó en herencia a Anesvad y que Gamarra traspasó a una cuenta a su nombre abierta en ese mismo país.

Los magistrados aplicaron a Gamarra el agravante de que el delito fuera continuado y que se cometiera sobre "bienes de reconocida utilidad social" que debían ser destinados a proyectos sociales y humanitarios, así como la atenuante de haber devuelto parte del dinero del que se apropió.

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