Cientos de mujeres nigerianas fueron sometidas y prostituidas durante 16 años por una red mafiosa que operaba en tres provincias español. Sin ningún control, las mujeres hacían, con amenazas de maleficios y suministrándolas drogas, lo que sus dueños decían. El sometimiento total se lograba bajo prácticas de vudú, muchas de ellas ocultas, pero que logran unos resultados aterradores.
Los encargados de los rituales han sido brujos y hechiceros de origen africano. En Haití se a estos se les conoce como bokors, brujos que interpretan el vudú de una forma degenerada y diabólica.El vudú, que tiene un gran componente mágico, tiene su origen en las prácticas religiosas de las tribus fon, yoruba y ewe, actualmente establecia en los territorios de Ghana, Nigeria, Togo y Benín.Estas religiones africanas creían en un ser supremo creador del mundo, por encima de los humanos, de modo que los vivos se dirigían a los muertos y a los espíritus para pedir consejo y protección. Estos espíritus eran venerados e invocados en ruidosas ceremonias, incluidos de animales. Los sacerdotes tienen el papel de mediar entre los humanos y los espíritus a los que invocan, con el fin de ser poseídos por los espíritus y recibir protección y sabiduría.El vudú llega a Haití, República Dominicana, Cuba y Brasil con los esclavos africanos, que combinaron sus creencias originales con prácticas y símbolos católicos.
Los conceptos de los bokors se basan en su reinterpretación del vudú, heredada bien de otros brujos ya fallecidos y que fueron sus maestros, como de diversas sociedades secretas de brujería. Tienen un gran poder de persuasión y son respetados y temidos. El término bokor se reserva para un houngan -brujo africano- que usa su poder para el mal.
Sus rituales y ceremonias divergen del vudú tradicional, y cada bokor mantiene su propio esquema de ceremonia, aunque casi todos se someten a la influencia de Lucifer y de lo que podríamos denominar magia negra.Cómo actúan en África y en el Caribe
Los templos en los que se realiza vudú en África y Caribe están alejados de otra casas, ocultos, pero todos los vecinos saben dónde están. En estos templos hay altares, en los que se colocan cráneos y huesos humanos y cuchillos, y en ellos se rinde tributo al demonio y espíritus malignos.
La gente que acude a los brujos busca sobre todo amor, atraer a la fuerza a la persona amada, que permanezca junto a él o ella contra su voluntad... aunque también se solicita suerte, protección de los espíritus o daños a personas.
El poder de estos brujos, que utilizan numerosas drogas de sometimiento, junto a leyendas acerca de sus logros, hacen que sean venerados, respetados y sobre todo temidos. Las prostitutas sometidas a la red desarticulada en España ejercían bajo el temor de la invocación de los espíritus, pero también seguramente sometidas a drogas.Los zombis en Haití
Los bokors están vinculados a uno de los hechos y mitos más espeluznantes de Haití, los zombis, que no son más que individuos esclavizados, sin voluntad propia y supeditados a otra persona.
Este sometimiento es logrado gracias a la mezcla de determinadas sustancias químicias, una droga-veneno, compuesta por, entre otras sustancias,tetradotoxina, datura metal y datura stramonium. Sin embargo, otra sustancia es capaz de revivirles o al menos logra que recupere las constantes vitales normales. Sin embargo, el cerebro muchas veces resultaba dañado y sumido en una amnesia permanente, actuando como autómatas y cumpliendo cualquier orden que se le dé. Nuevas dosis son suministradas frecuentemente para mantenerlo como esclavo de por vida.
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